Os confieso que cuando vi por primera vez el visual que Karl Lagerfeld había realizado para promocionar la colección Métiers d'Art protagonizado por Cara Delevingne y Pharell Williams me quedé un poco perpleja, por eso me pareció un puntazo cuando Charlie hizo un post, utilizando esa imagen de apertura, que tituló: Pharrell y Cara Delevingne, la extraña pareja de Chanel.
Comentar que desde el año 1985, Chanel se ha ido haciendo con una serie de talleres o pequeñas fábricas que la abastecían. Todas estas pequeñas empresas se han reagrupado en una filial llamada Paraffection. A partir del 2002, Karl Lagerfeld empezó a diseñar una colección a la que llamó Métiers d'Art en honor a las petites mains o maestros artesanos que realizaban los bordados, aplicaban las plumas o tejían el cachemire con el que confeccionaba las prendas que diseñaba para Chanel.
Para presentar esta colección tan particular, el Káiser siempre procuró inspirarse en localizaciones sugerentes. Después de Bombay, Edimburgo o Dallas, este año Karl Lagerfeld se ha sentido atraído por el mito de la emperatriz Sissi, y por una anécdota familiar que asegura que Coco Chanel se inspiró en la chaquetilla del ascensorista de un hotel de Salzburgo para crear su famosa veste.
Los peculiares retratos de la familia imperial
Pues bien, con todo este transfondo de telón de fondo, por fin podemos ver ya la totalidad del fashion film dirigido por Lagerfeld (7 minutos 45 segundos) que comienza con lo que parece el hall de un lujoso hotel presidido por los conocidos retratos de la emperatriz Sissi, del emperador Francisco-José y del príncipe heredero Rodolfo pintados por Winterhalter sólo que, en esta ocasión, los retratados son Cara Delevingne, Pharrell Williams y... Hudson Kroenig, el modelo más joven que desfila para Chanel.
Cara disfrazada de "Sonrisas y Lágrimas"
En la siguiente escena vemos a Cara caracterizada de camarera tirolesa sirviendo grandes jarras de cerveza, mientras que un impasible Pharrell Williams se ocupa de llamar al ascensor para los clientes del hotel. En un momento dado, Mademoiselle Chanel magníficamente bien caracterizada por la actriz Geraldine Chaplin se acerca hasta la recepción para pedir la llave de su habitación.
La magia de El Cascanueces
En la siguiente escena ocurre como en la ópera El Cascanueces, que a media noche todos los juguetes adquieren vida. Aquí no hay juguetes, pero la emperatriz Sissi y su marido se descuelgan de sus retratos y empiezan a bailar un vals mientras tararean la cancioncilla CC The World - compuesta para la ocasión por el propio Pharrel -, que les anima tanto que al final transforman el vals en un hip hop. Lo mejor de todo es que gracias a esto, por fin, hemos podido ver a Cara cantar de manera bastante afinada y ... ¡hasta sonreír!
La inspiración está en el aire
En la escena final, Mademoiselle Chanel sale del ascensor, pero antes de marcharse del hotel le pregunta al ascensorista dónde había conseguido su chaquetilla. Este le contesta que se la había hecho hacer ex profeso para él, a lo que Coco Chanel responde como hablando para si misma que ella se iba a hacer entonces una para ella.
En mi opinión, un chiste muy largo que ha servido para crear expectación en torno a la nueva colección Métiers d'Art de clara inspiración austriaca. Y para muestra, vale un botón.
Sitio oficial | Chanel