Hacer Yoga está fenomenal, pero ¿es suficiente para cuidarnos a partir de los 50?

Practicar yoga tiene beneficios como mejorar la flexibilidad, la tonicidad muscular y combate la hipertensión

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Nacho Viñau

Editor

Cuando van pasando las hojas del calendario y vamos cumpliendo años, las molestias y dolores musculares son el pan nuestro de cada día. Cuando te aproximas a los 50, te duelen partes del cuerpo que no sabías que existías... Y esas molestias se van acrecentando conforme pasa el tiempo. Especialmente, si llevamos una vida sedentaria y pasamos mucho tiempo sentados en el trabajo.

Para prevenir esos problemas el ejercicio es básico. Y el yoga se presenta por muchos como una alternativa factible ya que nos permite mantenernos activos tanto física como mentalmente. Aún así, hay muchas personas que no terminan de aproximarse a practicar esta disciplina, ya que en el imaginario colectivo tenemos metida en la cabeza la imagen de una mujer sentada y concentrada con las piernas cruzadas... Algo que parece más cercano a buscar serenidad y paz mental que a quemar calorías o a mantener la elasticidad.

Pero a nada que buceemos un poco por Instagram veremos imágenes de muchas personas que hacen complicadas figuras de yoga que a mí, a mis cincuenta, me parecen imposibles de llevar a cabo si no acabo después en el hospital. Esas posturas que se me antojan complicadas de realizar transmiten salud, flexibilidad y una fantástica condición física, llevándonos a realizarnos una pregunta: ¿Practicar yoga puede ayudarnos a mantener un nivel suficiente de condición física una vez pasada la barrera de los 50?

Estos son los beneficios de practicar yoga

Desde la Fundación Rey Ardid, especializada en tareas como cuidar a personas mayores que viven solas, señalan que practicar yoga aporta tonicidad muscular, algo especialmente importante en unos años en los que el cuerpo se vuelve más rígido, hay una disminución del movimiento y los huesos se vuelven más frágiles. Con la práctica del yoga conseguimos corrección de la postura, un aumento de flexibilidad y el fortalecimiento de los huesos, lo que previene caídas y lesiones.

Además, desde esta Fundación aseguran que permite disminuir determinados dolores crónicos, al mejorar la lubricación de las articulaciones y un fortalecimiento de la masa ósea, reduciendo o mejorando el dolor. También permite combatir la hipertensión al controlar los niveles de presión arterial,  ayuda a conciliar el sueño por las noches y mejora el equilibrio, la masa muscular y la movilidad.

¿Es suficiente hacer yoga para mantener un buen estado físico?

Está claro que practicar yoga de forma regular con lleva beneficios para la salud. Pero, ¿su práctica es suficiente para mantener un estado físico aceptable? En este sentido, el Ministerio de Sanidad recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio de intensidad vigorosa por semana o una combinación equivalente de ambos.

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Esta actividad física debe incluir entrenamiento para fortalecer los principales grupos musculares dos veces por semana, así como ejercicios de flexibilidad. De esto se desprende que practicando yoga se mejora  la flexibilidad gracias a las posturas de yoga o asanas. Varios estudios afirman que han encontrado una mejora en la flexibilidad de los músculos isquiotibiales, es decir, aquellos que se extienden a lo largo de la parte posterior del muslo desde la cadera hasta la zona justo debajo de la rodilla. En lo que respecta al trabajo de fuerza, algunas asanas podrían generar la misma mejora que los ejercicios realizados con nuestro propio peso.

Además, aunque el yoga puede calificarse una actividad de intensidad ligera, hay estudios científicos que han demostrado que ciertas secuencias de asanas , como el Saludo al Sol o Surya Namaskar, realizadas de forma dinámica, pueden constituir un nivel moderado de actividad física. También hay estudios que comparan la práctica del yoga con otras actividades aeróbicas como caminar o la bicicleta estática. Según sus conclusiones, las mejoras en la salud cardiovascular son similares entre estas actividades, y por eso el yoga podría considerarse como una actividad aeróbica alternativa.

En cambio, hay otros estudios que obtienen resultados contrarios. En estos informes, el yoga dinámico podría considerarse una actividad física de intensidad moderada y mejorar el sistema cardiovascular, pero solo bajo ciertas condiciones. En resumen, las sesiones de yoga podrían ayudar a las personas sedentarias o no en forma a mejorar su condición física. Y podrían ser consistentes con las recomendaciones del Ministerio de Sanidad si se practican de forma dinámica e intensiva.

Para los deportistas o personas más activas, el yoga podría ser un complemento ideal a su práctica habitual ya que les permite trabajar la respiración, la flexibilidad y el control mental, aspectos menos entrenados en otras disciplinas. En cualquier caso, hay tantos tipos de yoga como personas, y cada persona dependiendo de su edad, de su forma física, y de sus necesidades, puede encontrar el que mejor se adapte a su situación.

Fotografías | Shurkin_son para Freepik, Freepik

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