Todas las noches hablo con mi pareja y últimamente me he descubierto contestando con un “he tenido un mal día” a su pregunta de cómo estoy. Objetivamente el día no ha sido perfecto, pero tampoco horrible. Sin embargo me encuentro cometiendo uno de los mayores errores que cometemos a diario y que afecta a mi felicidad: convertir un error o un mal momento en una generalidad.
Es lo que sostiene Stephanie Harrinson, oradora, escritora y experta en felicidad y psicología positiva. Harrinson afirma en sus redes sociales que coger un momento puntual y juzgar todo nuestro ser en base a ese momento, es el mayor error que comete la gente. “Yo llamo a esto calificarte a ti mismo: cometes un error y dices soy un fracaso”, afirma. Y lo hacemos tan a menudo que no nos damos ni cuenta. Cogemos un mal momento del día (una crítica, una discusión, un error cometido) y decimos que ha sido un mal día solo por ese momento, olvidándonos de todo lo demás.
@stephaniehson Grading ourselves is a behavior we were socialized into by Old Happy a long time ago. It’s how we keep ourselves ‘in line’ with Old Happy’s expectations. Start noticing when you do this and instead, practice putting that behavior in the greater context of your life. If you’d like to learn more, in my book New Happy I walk you through 1) where it comes from, 2) the science behind it, and 3) how to change it.
♬ original sound - Stephanie Harrison
El efecto del sesgo de negatividad
A nivel psicológico, existe algo llamado sesgo de negatividad, un sesgo cognitivo que explica por qué los aspectos negativos parecen tener más peso que los positivos. Según Paul Rozin y Edward Poyzman, investigadores que acuñaron el término, es la tendencia a que las emociones negativas nos afecten más que las positivas y afecta significativamente a la forma en que tomamos decisiones, a nuestra motivación y hasta a la forma en que interactuamos con otros y nos relacionamos. Y evidentemente, todo esto afecta a nuestro bienestar y a la percepción de felicidad que tenemos.
A nivel cerebral, la información negativa produce una estimulación más intensa en el cerebro, según los estudios, lo que provoca que recordemos más los insultos que los elogios o aquellas experiencias desagradables que las positivas. A nivel físico y según explicaba a la BBC Lucia Macchia, científica del comportamiento, "lidiar con estas emociones negativas tiene un gran impacto en nuestro cuerpo, ya que incluso pueden crear y exacerbar el dolor físico".
Ese sesgo de negatividad es el que provoca que un mal minuto consiga arruinar los otros 1339 minutos de un día. Cogemos ese mal momento y el resto del día se transforma en un mal día. Y no solo eso. Según Harrinson, nos empeñamos en que ese error o ese mal momento nos defina a nosotros. Cometemos un error y afirmamos que somos un fracaso, con la correspondiente autoconversación negativa que consigue hasta que cambie nuestro autoconcepto. Afecta mucho más a la salud mental de lo que nos parece porque, como bien explicaba la psicóloga Iria Reguera, “la forma en que te hablas puede afectar directamente a tu felicidad, a tu autoestima y a tu opinión sobre ti misma”. Puede que te lo tomes con humor, pero aún así, el efecto que puede tener en tu salud mental es terrible.
Si te ocurre, tal vez sea el momento de que empieces a ver tus días desde un punto de vista más objetivo, realista y también positivo. Puedes probar con un diario de gratitud en el que todas las noches, antes de dormir, apuntes aquellas cosas buenas que te han pasado en el día, obligando a nuestro cerebro a centrar la atención en las cosas buenas y evitando así que el sesgo de negatividad nos haga creer que el día ha sido horrible porque en un momento determinado, ha pasado algo malo.
Fotos | Euphoria (HBO Max)
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