Ghosting: en qué consiste y qué tipo de persona lo suele realizar

Ojalá viviéramos en un mundo en el que palabras como slowfading no existieran. Pero lo cierto es que términos como cricketing o el que te vamos a explicar al detalle hoy, cada vez son más habituales. Según una investigación publicada en la revista Journal of Social and Personal Relationships, el 20% de los encuestados ha hecho ghosting a una pareja y el 34% afirmaron que lo había sufrido. Te contamos qué es ghosting, por qué hay personas que lo hacen y cómo superarlo.

Qué es el ghosting

Aunque parezca un nuevo término, lo cierto es que no lo es y Zygmunt Bauman ya hablaba del ghosting en 2003 en su libro 'Amor líquido'. El término nace de la palabra inglesa ghost, “fantasma” en castellano, y es una práctica que sufren cada vez más personas y que no tiene nada que ver con la peli de 'Ghost'.

El ghosting es “la práctica de dejar de tener comunicación o contacto con una pareja, amigo/a o una persona con la que se tenga responsabilidad afectiva sin ninguna advertencia previa” según la psicología. Sería, a grandes rasgos, desaparecer por completo de la vida de una persona sin decirle nada ni avisarle de que esa relación termina. Hacer una bomba de humo y no aparecer más.

Es importante entender que no hace referencia solo a las relaciones de pareja, sino a cualquiera en la que haya cierto grado de responsabilidad afectiva y sea la que sea, tal y como explica María Esclapez, psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas, en su libro 'Me quiero, te quiero'. Los amigos con derechos también pueden hacernos ghosting. Una amiga. Hasta un familiar puede hacernos pasar por esta ruptura de la relación sin previo aviso. Cualquier tipo de relación interpersonal puede sufrirlo y en el momento de la relación que sea. Podéis acabar de conoceros, podéis llevar juntos toda una vida o veros de vez en cuando. Ni el tiempo ni la profundidad de las relaciones es un factor determinante para que ocurra el ghosting. 

Según un estudio de la Universidad de Georgia que hace referencia a adultos jóvenes, dos de cada tres participantes habían hecho ghosting y también habían sido víctimas de esta práctica en repetidas ocasiones. La razón es sorprendente según la autora principal del estudio Christina Leckfor: los encuestados afirmaban que lo hacían “porque es fácil, evita la confrontación y le parece más educado que un rechazo duro y frontal”. De hecho, según Miguel Hierro, psicólogo del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid “el ghosting surge porque es más cómodo no enfrentarse a situaciones dolorosas como tener que decir ‘no quiero seguir viéndote’. Y esta comodidad también es propia de cómo empiezan hoy en día las relaciones en las aplicaciones de móvil o en las redes sociales, donde el nivel de responsabilidad es menor”. Por eso cada vez es una práctica tóxica con más adeptos y que más personas sufren.

Pero aunque la gente que hace ghosting piense que es mejor que afrontar una ruptura con responsabilidad afectiva, lo cierto es que es justo al contrario y las consecuencias son devastadoras para quien lo sufre.

Cuáles son las consecuencias de un ghosting

Según María Esclapez, el ghosting es un tipo de abuso emocional, y añade que “es una conducta pasivo-agresiva, mediante la cual se demuestra que no se cumple con la responsabilidad afectiva. Es una falta de respeto en toda regla, pero una falta de respeto asociada a la responsabilidad afectiva para con la otra persona.”

Más allá de que la persona que lo sufre se pasa el día mirando el móvil para ver si le han respondido o sigue el muro de silencio, el ghosting provoca según los expertos una baja autoestima, dependencia emocional, ansiedad y una disminución de la confianza en quien lo sufre, fruto de plantearse una y otra vez que ha podido hacer mal para que la otra persona desaparezca. La respuesta a esta pregunta es nada. Si lo sufres no es por ti, es por la carencia de responsabilidad afectiva de quien lo provoca.

Tal y como nos explica la psicóloga y sexóloga Cristina Callao, “el ghosting deja a la persona con la incertidumbre de qué ha pasado y si la relación se ha terminado o no, dejándolo/a inseguro/a y produciendo un dolor más prolongado por el hecho de no saber.” Y añade que “esta manera de "acabar" una relación deja a la otra persona angustiada, insegura e ignorada.”

Es una ruptura mucho más dolorosa y más complicada, aún siguiendo los mejores consejos para superar una ruptura.

Qué tipo de persona hace ghosting y por qué

Desde el centro de psicología y psiquiatría Somos Mandarina, explican que no creen que haya "un perfil concreto de persona predispuesta a hacer ghosting ni a recibirlo. Tampoco creemos que los chicos sean más propensos a hacerlo que las chicas; es decir, que no es una cuestión de género sino más bien de forma de ser. De principios, valores, autoestima…".

Lo primero que pensamos al ser víctimas del ghosting es por qué la otra persona lo ha hecho. Desde Mundo Psicólogos afirman que quien lo hace suele evitar las rupturas o las conversaciones difíciles debido a la ansiedad que estas situaciones les conlleva. María Esclapez da algunos motivos más en su libro que pueden impulsar a alguien a hacer ghosting y llevar a cabo esta práctica tan perjudicial:

• Porque tiene miedo al compromiso, bien sea por miedo a que le hagan daño emocional si se establece un vínculo de intimidad, emocional o proximidad afectiva.
• Por qué no entiende el concepto de responsabilidad afectiva o no sabe aplicarlo.
• Porque evita enfrentarse a situaciones que le producen incomodidad.
• Por qué no tiene el más mínimo interés en la relación.

Cómo afrontar una ruptura sin usar el ghosting

Cualquiera de los psicólogos con los que hables te van a decir lo mismo: no hagas ghosting y deja claro a la otra persona que no tienes interés por la relación. Cristina Callao añade que “deberíamos ser claros con nuestras intenciones y hacerlas llegar de forma clara también a la otra persona. El no hacerlo dice más de la persona que desaparece que de la persona que se queda esperando.”

Por su parte, María Esclapez nos da algunos tips o ejemplos de frases que podemos usar si queremos romper la relación con otra persona, como por ejemplo “Me ha gustado mucho conocerte, pero tras la cita he estado pensando y creo que buscamos cosas diferentes” o “Siento que contigo no tengo feeling contigo, y me gustaría poder invertir mi tiempo en conocer a alguien con quien sí lo tenga” o incluso “No considero que podamos ser pareja en un futuro, pero me has caído genial y, si quieres, podríamos ser amigos y quedar para tomar algo de vez en cuando si ambos estamos cómodos con eso.”

Lo más importante en una ruptura saludable es respetarnos mutuamente, y comunicar la ruptura es lo primero y más importante que deberíamos hacer con cualquier persona con la que tenemos un vínculo afectivo.

Claves para superar el ghosting

Como ya te hemos explicado, el hecho de ser víctimas de ghosting puede ocasionarnos problemas de salud mental como la ansiedad y podemos sentirnos mal con nosotras mismas por ser las víctimas y haber sufrido este rechazo.

"Sentir rechazo activa nuestros circuitos del dolor porque nuestro cerebro identifica la conexión con la supervivencia, de ahí que cuando la persona desaparece, esa conexión se rompe y nos duele", explican en Somos Mandarina. Es más, este estudio de Universidad de California liderado por Naomi Heisenberg afirma que el dolor por el rechazo es similar al dolor físico neurológicamente hablando. En ambos casos en el cerebro se activa la corteza cingulada anterior. Si a eso le sumamos que cuando se produce no hay sensación de cierre, el dolor es aún mayor. Aún así, los expertos nos dan algunas claves para superarlo:

Acepta lo ocurrido

Aceptar que la otra persona no quiere tener más contacto contigo es más importante que responder a por qué no quiere tenerlo. Dar vueltas en círculo para saber por qué lo ha hecho solo tendrá efectos negativos en nuestra autoestima. Acepta que la historia no va a tener cierre, por mucho que duela.

Permítete sentir

Nos han hecho creer que es malo estar triste y lo cierto es que es un sentimiento necesario para conseguir pasar página. Y no solo tristeza, también vergüenza, depresión, dolor o cualquier otro sentimiento que tengas en esa ruptura.

Cuéntaselo a alguien de confianza

Hablar, nos ayuda a procesar experiencias dolorosas según los estudios, así que cuenta lo que te ha pasado a una amiga, a tu hermano, a tu madre o a alguien con quien tengas confianza.

No te cuestiones

Como ya te hemos explicado antes, no es culpa tuya ser víctima de ghosting. Tú  no has hecho nada malo. Es la otra persona la que no tiene responsabilidad afectiva y no ha sido capaz de gestionar sus emociones.

No sigas buscando el contacto

Aunque creas que saber qué ha pasado es lo que te ayudará a pasar página, lo cierto es que solo la aceptación funciona. Acepta que esa relación se ha terminado y sigue adelante con tu vida.

Apuesta por el autocuidado

Hablamos de autocuidado emocional y físico, por ejemplo haciendo deporte que reduce la producción de cortisol, la hormona del estrés. Pero también comiendo algo rico o viendo esa serie que tanto te gusta como 'Succession', una de las mejores series de HBO. Cuídate.

Date tiempo

Cuando a nivel emocional nos enfrentamos a un desafío, como es el caso de superar un ghosting, tendemos a quererlo todo para ayer. Quiero estar bien ya. Quiero superarlo ya. Quiero pasar página ya. Se nos olvida que necesitamos tiempo para curar. Ten paciencia y date tiempo para volver a estar bien.

Aprende de la experiencia

Cuando dejamos de cuestionarnos y de analizar al detalle lo que ha podido llevar a que la otra persona nos haga ghosting, y cuando nos enfrentamos al hecho de que esa relación no tendrá un cierre, podemos dedicar nuestra energía a aprender de lo ocurrido. La resiliencia nos invita a superar este momento doloroso y aprender de él. Úsala para enriquecerte en lugar de optar por los pensamientos en bucle.

Pide ayuda

Si crees que el ghosting te ha afectado mucho, no dudes en pedir ayuda psicológica para superarlo.

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Fotos | Ghost, Levi Meir Clancy, Aleksandra Sapozhnikova, Dustin Belt y Vladimir Fedotov en Unsplash

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