Junio es un buen mes para los adictos a las series en general. Porque tras el estreno de 'Elisa y Marcela', Netflix sigue apostando por el universo LGTBI como temática de sus propuestas. Esta vez con 'Historias de San Francisco', una miniserie de 10 capítulos que retrata de forma dispar y muy colorida la comunidad gay de esa ciudad. Y, en particular, del icónico Barbary Lane.
La trama de esta serie no nos es en absoluto desconocida. Inspirada en las crónicas de Armistead Maupin, 'Historias de San Francisco' ya tuvo adaptación televisiva en 1993 con secuelas en 1998 y 2001. Todas ellas con críticas maravillosas, pero canceladas por ser demasiado atrevidas para la época. Ahora Netflix la rescata con la intención de beber de su éxito. Y lo hace sacando la artillería pesada.
Un elenco digno de Hollywood
Cuando Netflix quiere hacer algo a lo grande no lo hace de forma sutil, sino que pone toda la carne en el asador. En el caso de 'Historias de San Francisco' no ha sido menos. De entrada tiene un reparto maravilloso, con Ellen Page, Laura Linney, Charlie Barnett y Olympia Dukakis encabezando esta serie coral.
Un elenco con mucha química, ya que Laura Linney y Olympia Dukakis repiten en sus papeles de Mary Ann Singleton y Anna Madrigal para continuar su historia donde la dejaron en 2001. A esto se suma su creadora, Lauren Morelli, con series magistrales como 'Orange is the new black' en su currículum.
Retomamos la historia donde se quedó
Esta miniserie de 10 capítulos de una hora de duración no es un remake de la original de 1993. Ni de la 1998 ni de la de 2001. Historias de San Francisco de Netflix retoma la historia donde se quedó, en torno a los habitantes del número 28 de Barbary Lane, una comunidad queer que vive junta en esta residencia de Anna Madrigal, matriarca del grupo.
Mary Ann, la protagonista de la historia, regresa a San Francisco después de haberse marchado hace 20 años. Y lo hace para una ocasión muy especial: el 90 cumpleaños de su amiga Anna Madrigal, una anciana transexual, activista de los derechos LGTBI y dueña del caserón donde viven todos.
En el número 28 de Barbary Lane, Mary Ann vive un viaje al pasado y se reencuentra con todos sus amigos queer, su ex marido y su hija Shawn, interpretada por Ellen Page. Su regreso causa felicidad, sorpresa y enfado por parte de su antigua familia, abriendo pie a una historia de dramas por solucionar.
Una comunidad queer bellamente representada
Cada capítulo de Historias de San Francisco es un precioso retrato de la comunidad LGTBI. Porque la disparidad de vecinos de Barbary Lane permite tocar temas tan en boga como la visibilidad gay, el feminismo, la transexualidad y tabús como la desaparición de los géneros o el SIDA.
Pero lo más interesante en esta narrativa coral es el salto generacional, el contraste entre las vías antiguas y las nuevas de ser parte de este movimiento queer o de hacerse valer como feminista. En el primer capítulo ya de delinean dos bandos muy separados: los más jóvenes, abiertos y libres de prejuicios; frente a los personajes rescatados del Barbary Lane original de los años 60.
La complejidad de seguir esta historia
Netflix tiene un gran elenco y una historia queer que ya ha probado ser eficaz en el pasado. Pero también arrastra el mayor de sus problemas con estas miniseries: el de entender las 10 horas de emisión como una película y no contar historias separadas que den interés a cada episodio, con una estructura narrativa que solo piensa en el episodio final.
Y es que Historias de San Francisco requiere haber visto las versiones anteriores de la serie. Porque retoma justo donde se quedó, sin dar ningún tipo de background que ponga en contexto al espectador nuevo. Y el primer capítulo te deja exactamente igual, presentando solo a los personajes nuevos y sin dar trasfondo alguno sobre lo que ocurrió entre Mary Ann y su ex marido o Anna Madrigal. Lo intuyes, sacas conclusiones o, como espera Netflix, le das a play sin parar y devoras capítulos uno detrás del otro.
Una temática perfecta en un formato poco adecuado
De esta forma, Historias de San Francisco parece más un desfile de personajes que una historia con experiencias, trasfondo y evolución. A eso se suma el desorden de esta serie coral, que intenta abarcar demasiadas vidas al mismo tiempo y tiene al espectador un poco perdido.
Nos encanta la historia, pero si la comparamos con sus anteriores adaptaciones pierde bastante. Y es que Netflix sigue olvidando atrapar al espectador en su afán por crear un relato constante que no parece adaptarse al formato televisivo.
Fotos | Historias de San Francisco.
28 Barbary Lane: "tales of the City" Books 1-3
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