Se han señalado en tantas ocasiones las propiedades de los pescados azules que parece que nos hayamos olvidado por completo de los pescados blancos. El atún y el salmón son opciones excepcionales para añadir a tus menús, pero también está bien optar por un poco más de variedad en nuestras comidas. Aquí es cuando entra en juego el bacalao, que resulta ser uno de los pescados más magros y ricos en proteínas, así como en vitaminas esenciales. Incluirlo en nuestras recetas es todo un plus para nuestro bienestar general. No lo decimos nosotras, sino la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Una de las principales características a destacar de este pescado, es que, a diferencia del atún o el salmón, que contienen más grasa, el bacalao es más ligero. Por cada 100 gramos de bacalao, solo se encuentran aproximadamente 1 gramo de grasa. Esto lo convierte en un alimento ideal para aquellas personas que buscan una dieta baja en grasas o que están controlando su peso. Eso sí, destaca por la presencia de ácidos grasos omega-3 un plus a la hora de reducir la inflamación y mejorar la función de los vasos sanguíneos, ayudando a nuestro cuerpo a recudir el conocido como colesterol malo.
Aunque, si tenemos que prestar atención a una cualidad del bacalao, es que se trata de un alimento muy rico en proteínas. Desde Vitónica ha querido señalar este pescado, en concreto en su versión de bacalao en salazón o salado. Y es que una vez que se desala presenta entre 100 y 150 gramos por ración de un bacalao semejante al fresco, pero que aporta alrededor de 30 gramos de proteínas.
De hecho, en otro artículo de Vitónica también explicaron como en torno al 17-20% de la composición del bacalao son proteínas de un alto valor biológico, es decir, proteínas que destacan por su pureza y calidad y que nuestro organismo asimila de forma muy fácil. Más proteínas y menos contenido graso, sin duda, un auténtico plus para nuestro día a día.
Receta para incluir el bacalao en tus comidas
Quizás lo que más te preocupa es no saber muy bien como incluirlo en tu dieta, sin caer en opciones un poco insípidas. Sí, estamos hablando de esa receta de bacalao cocido que no nos sabe a nada. Por eso te dejo una opción diferente y más divertida para que puedas añadir este alimento a tu dieta sin renunciar al sabor de un buen plato. El carpaccio de bacalao siempre triunfa ¡Toma nota!
Para esta receta necesitarás: bacalao fresco, tomate maduro, aceite de oliva virgen extra, un limón, sal y pimienta negra. Empezamos cubriendo el bacalao con papel transparente y lo metemos en el congelador al menos una hora. Tras ese tiempo lo sacamos y lo cortamos en laminas finas. A continuación, rallamos los tomates y los colocamos en un plato y colocamos esas lonchas de bacalao encima. Por último, añadimos un chorrito de aceite de oliva y otro de limón. Ponemos un poco de pimienta y sal y, ¡listo para disfrutar!
Fotos | Bingqian Li en Pexels, Farhad Ibrahimzade en Pexels
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