Dar una segunda vida a tu lata de galletas danesas más allá de condenarla a ser tu caja de costura, es posible. Oye, que nos parece ideal para guardar los hilos, las tijeras y los botones, pero puestos a dejar volar la imaginación hacemos caso a quienes ven usos más allá de un espacio de almacenaje en esta caja. En concreto hemos dado con una manualidad bastante sencilla que nos permite utilizar estos objetos como maceteros. Sí, has leído bien, pero te aseguramos que se trata de un DIY apto hasta para los menos manitas, una manualidad muy rápida que puedes hacer en una tarde.
Si quieres darle un extra de originalidad a tu terraza y tener un macetero que esté hecho con tus propias manos, toma nota de esta original forma para reutilizar las clásicas latas de galletas. Una idea que ha compartido el perfil en redes de @dorfkind_mit_herz y que se ha convertido en nuestro reto artístico de la semana. Estamos seguras de que por mucho que pasen los años, la creatividad no la hemos perdido, sigue intacta y queremos sacarle su lado más divertido.
¿Qué necesitas para esta manualidad?
- Una lata de galletas vacía
- Cortezas de árbol
- Silicona caliente o pegamento resistente
- Una broca
- Cinta natural

El paso a paso para hacer mi macetero
Vamos a coger nuestra lata de galletas de mantequilla y pegar en la zona exterior de la misma los trozos de cortezas de árbol, los cuales podemos encontrar en el suelo de cualquier parque. Para que se sujeten bien a la caja, ya que son piezas que tienen bastante relieve, optaremos por un pegamento muy resistente como puede ser con el super glue o incluso un poco de silicona caliente.

Una vez que la lata de galletas esté forrada entera, cogeremos la broca y nos ponemos a realizar varios agujeros en la base de la lata, siguiendo el patrón clásico de cualquier macetero. Por último, le daremos el toque final decorando nuestra obra con un poco de cinta natural, algo que nos servirá para darle un toque más coquette al resultado, pero también para fijar bien todas las cortezas que hemos pegado a la caja.


Una vez que has llegado hasta aquí solo queda que llenes de tierra y abono tu macetero, para que puedas plantar en él lo que más rabia te dé. Yo me he decantado por una planta con flores, para que aporte un extra de alegría a mi balcón, aunque hay quienes cada vez se suman más al reto de los huertos urbanos y se atreven a cultivar sus propios tomates cherry o pequeñas lechugas. ¡Elige lo que mejor se adapte a ti!
Fotos | Arun Thomas en Pexels
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