El viernes pasado Bad Bunny volvió a estar en boca de todo el mundo tras lanzar su último álbum “nadie sabe lo que va a pasar mañana”. Con un total de 21 + 1 nuevas canciones (una de ellas solo dura 11 segundos), el cantante puertorriqueño volvía a enloquecer a su comunidad de fans. Sin embargo, tras pocos minutos de darle una chance me percaté que sus nuevos temas no estaban hechos para mí.
Antes de empezar en ahondar en el tema -y sin ánimo de ofender-, he de decir que la música que crea el artista no es de mi gusto. Puedo apreciar sus canciones y en ocasiones me pongo alguno de sus temas, pero generalmente no es el estilo que me gusta tener de fondo. Dicho esto, quise ver por encima qué tal eran sus nuevas canciones. ¿El resultado? Casi me duermo de una sentada frente al escritorio.
Después de percatarme que había dejado el reggaeton para dar más trap, no quiero posicionarme rápidamente y sentenciar que “no me gusta” lo que he escuchado, pues según un estudio publicado en la NIH asegura que la escucha repetida de una misma canción aumenta el gusto por la música independientemente de su complejidad. De ahí a que muchas veces cuando escuchamos un tema de buenas a primeras no nos llame la atención, pero con el tiempo nos acabemos obsesionando. Algo así como el evitar decir “de esa agua no beberé” pues es probable que acabes bebiendo.
Sin embargo, si eres de los que este fin de semana ha quemado su álbum como si no hubiera un mañana, la ciencia alerta que se puede terminar aburriendo una canción cuando se escucha demasiado-y así lo afirma Dr Michael Bonshor de la Universidad de Sheffield en unas declaraciones para el diario Independent. "La primera razón es la sobreexposición a la canción. Los experimentos han demostrado que el aprecio disminuye una vez que la novedad de una pieza musical ha desaparecido y que a menudo nos aburrimos con una canción que se ha vuelto demasiado familiar".
El profesor David Stewart aseguró en Quora que la clave está en la profundidad de la canción. “Puedo disfrutar una canción en un nivel (melodía, ritmo, etc.) y luego la escucho una y otra vez si hay más cosas que apreciar. Si la letra es buena, el baterista está haciendo algo interesante… Me canso de una canción bastante rápido si todo lo que hay que apreciar es una línea melódica básica”.
Además, nuestra compañera de Trendencias y psicóloga Iria Reguera asegura que "Nos gusta repetir una canción una y otra vez porque se vuelve familiar y eso nos aporta seguridad. La cuestión es que acabamos anhelando nuevos estímulos por lo que, si nos pasamos de repeticiones es fácil que ya no nos satisfaga y queramos algo nuevo".
Canciones con dilema
Como no podía ser de otro modo, el que es novio de Kendall Jenner en la actualidad no ha pasado desapercibido, y es que alguna de sus canciones son para poner el grito en el cielo. La instagrammer @maria_esclapez así nos lo enseña con la letra de Baticano.
“Aunque la mayoría de adultos sabemos dónde están los límites, los hay que no. Pero desde luego, si hay quienes necesitan de co-regulación adulta para gestionar todo esto, son los adolescentes. Ellos dependen de nosotros, son los más vulnerables. No creo en la censura, pero sí creo que la educación es la clave, a todas las edades, pero especialmente y, con estas cosas, en la adolescencia”, y con ello abrió un melón en forma de debate.
Y a ti, ¿qué te ha parecido lo nuevo de Bad Bunny?
Fotos | Instagram @badbunnypr
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