Uno de los aspectos que más me gustan de esta receta de salmón al horno en papillote es que se matan dos pájaros de un tiro porque hacemos a la vez tanto el ingrediente principal como la propia guarnición. Con esta forma de cocinar el pescado en sus propios vapores, se consigue una textura muy suave y un sabor intenso.
Lo primero es cortar todas las verduras que vamos a utilizar en el papillote. Lo ideal es cortarlas en bastones o tiras de tamaño similar. El corte en juliana nos vale para pimientos, zanahorias, cebolla y para casi todas las hortalizas que queramos utilizar.
Si tenemos un estuche de silicona para microondas, colocamos las verduras cortadas al fondo. Añadimos una pizca de sal, un chorrito de vino blanco, un chorrito de aceite de oliva y un chorrito de agua. En el caso de que no tengamos estuche, lo tendremos que hacer nosotros con papel de horno. Cortamos un trozo de aproximadamente 60x30 cm y lo doblamos por la mitad. Ponemos sobre un lado la verdura y sazonamos.
Después colocamos el salmón cortado en trozos de unos 50 o 60 gramos sobre la verdura. Después, cerramos nuestro estuche de silicona o de papel de horno. Este último, mediante pliegues y asegurándonos de que quede más o menos hermético.
Una vez dentro del microondas, solo serán necesarios unos 4 minutos a potencia máxima para que los ingredientes se cocinen. Eso sí, hay que tener cuidado al abrir nuestro estuche ya que podemos quemarnos con los vapores.
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