Las lentejas son un plato que nunca falla cuando apetece comer algo reconfortante y hogareño. Sobre todo guisadas o estafadas. Sin embargo, existen más recetas y menos clásicas para consumir esta legumbre. Un buen ejemplo son las lentejas verdes con bulgur, un plato que resulta incluso más completo debido a que contiene proteínas vegetales a gogó. Además, son aptas para incluir en una dieta vegana.
Probablemente, conozcas el truco que ya hacían las abuelas de echarle unos puñados de arroz al puchero para "engordar" el guiso y que cundiera más. Sobre todo, cuando no había embutidos o carnes para darle chicha a las legumbres. Pues solo se trata de cambiar el arroz por bulgur.
Si nunca lo has probado, el bulgur no es otra cosa más que un grano derivado del trigo duro. Marida tan bien con las lentejas debido a su textura. De hecho, resulta mucho más rica en combinación con lentejas de calibre más pequeño, tipo verde francesa o una pardina fina, que son más suaves y más rápidas de cocer que las castellanas.
Directo al paladar
Además, de quedar espectacular en este guiso, el bulgur es una maravilla para el organismo porque tiene mucha fibra, vitaminas y minerales. Además de un índice glucémico bajo y de aportarnos los aminoácidos esenciales que no tiene la lenteja, De este modo, conseguimos un plato nutricionalmente completo, saciante y riquísimo.
Por último, es perfecto para dejar preparado a la víspera o llevarlo a cualquier lado en táper. También para congelar si no usamos patata. No obstante, si además de todo los dicho te animas a aplicar el truco del sofrito, conseguirás que te queden más sabrosas de lo que nunca habrías podido imaginar.
Foto de portada | micheile henderson
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