Cardi B acaba de hacer historia al convertirse en la primera mujer en ganar un Grammy a Mejor Álbum de Rap, un género tradicionalmente dominado por los artistas masculinos y tachado de machista. Además, se trata de un galardón que ha conseguido directamente con su primer disco: Invasion of Privacy.
Famosa por su ausencia de pelos en la lengua, la suya es una historia de superación a través del trabajo duro. Partiendo de ser cajera en un supermercado en el Bronx, Cardi ha sabido usar sus raíces humildes como trampolín a la cima de la música narrando su complicada historia en su canciones y capitalizándola de este modo.
Aunque a menudo es criticada por su gusto por los escotes generosos, otro mensaje muy presente en su discurso es el que llama al empoderamiento femenino. Uno de sus objetivos es conseguir que las mujeres se sientan fuertes con su música y puesta en escena.
Eso, sumado a la sinceridad extrema que le ha dado la fama, hace que no se corte a la hora de hablar alto y claro de ningún tema. Ni siquiera sobre algo tan delicado como la depresión postparto.
Lo ha hecho recientemente en una entrevista con la edición estadounidenses de Harper's Bazaar. Allí se ha abierto y ha contado cómo le fue diagnosticada una depresión postparto después de nacer su hija Kulture en julio de 2018.
Un momento, el del parto, del que hemos podido ver unos segundos en un vídeo subido ayer por su pareja, el rapero Offset.
A pesar de la posibilidad de padecer una depresión de este tipo, fue algo que la pilló por sorpresa pues estaba convencida de que a ella no le pasaría. Sin embargo, de repente empezó a sentir todo el peso del mundo sobre sus hombros.
Por este motivo ha admitido que no fue capaz de amamantar a su hija. Se le hacía demasiado difícil. También tuvo que rechazar un tour con Bruno Mars que ya tenía firmado.
Antes de dar a luz pensaba que seis semanas era más que suficiente para recuperarse física y mentalmente. Incluso barajaba la posibilidad de llevarse de gira con ella al bebé. Sin embargo, tras el parto se dio cuenta de que había subestimado por completo todo lo que conlleva la maternidad.
Casi un año después del nacimiento de su hija afirma seguir notando las secuelas y es que, desde el embarazo, no ha vuelto a sentir que su cuerpo sea el mismo de antes. No es una cuestión de peso. La rapera se siente ahora más delgada que nunca pero cree no haber recuperado todavía el control sobre él.
Es algo que nota, sobre todo, cuando se sube a unos tacones. Ya no se siente tan suelta andando con ellos como lo hacía antes. También le pasa con la potencia de una energía que tenía antes de quedarse embarazada y de la que no ha vuelto a saber.
Esperemos que este Grammy histórico la ayude en su camino de vuelta a sentirse bien consigo misma.
Foto | Gtres.