Ortega no tiene un buen día. Esta mañana, al ver su cara en portada a causa de una supuesta deuda, el torero ha escupido sapos y culebras. Le cabrea que se hable de él, de su economía y de un posible embargo que podría dejarlo en la calle. No quiere saber nada de revistas ni micrófonos, y ahora que la prensa ha vuelto a hacer guardia en la puerta de su casa, el diestro ha estallado.
No es la paciencia una de las mejores habilidades de Ortega. Las cámaras le ponen nervioso y de ningún modo quiere tenerlas en su puerta. No soporta las preguntas de los periodistas y tampoco es capaz de hacer oídos sordos al escucharlas. Muestra de ello ha sido su última reacción ante los medios.
"Idos a tomar por culo, ¿vale? ¿vale? Vale ya, hombre", gritaba el torero al toparse con los reporteros. Acto seguido, "ha lanzado un manotazo al micrófono y ha dado un portazo tras varios aspavientos", cuentan con detalle desde Informalia.
Al parecer, a Ortega no le ha sentado nada bien que Lecturas haya hecho pública su supuesta deuda, que alcanzaría los 100.000 euros. "Tiene un patrimonio importante, pero desde 2016 no presenta el balance de sus empresas. Así que suponemos que no ha ingresado... Ana María Aldón ya disparó las alarmas cuando dijo que no podía pagar la pensión de su hijo", comentaba Pliego, director de Lecturas.
Fotos | Telecinco
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