Colino
Editor SeniorCuando organizo un viaje por Europa, lo primero que hago es buscar un destino que no haya estado, aunque os confieso que no me importa repetir en muchos de ellos por eso de encontrarse entre mis favoritos. En esta ocasión, me han hablado muy bien de Tiflis, la capital de Georgia y la mayor ciudad del país. Un destino exótico que también es conocido como la California del Cáucaso o el Mónaco del Este.
Al principio me ha sonado un destino peculiar, hasta raro, pero estoy totalmente equivocada porque a medida que he ido descubriendo detalles de esta bonita ciudad, cada vez más estoy convencida que será mi próximo viaje a Europa.
Se encuentra a ambas orillas del río Kurá y está rodeada de montañas por tres lados. Una ciudad económica, con mucha historia y buena gastronomía. Hasta ahora es una gran desconocida, pero estoy convencida que se va a poner de moda antes de lo previsto: baños termales, un gran jardín botánico con plantas del Himalaya, buena gastronomía, mucha marcha, gran ambiente en sus calles, espectáculos de marionetas y un espectacular centro histórico... son algunas de las características que abalan a esta ciudad para convertirse en uno de las más visitadas.
La ciudad cuenta con una llamativa peculiaridad: una mezcla de arquitectura art déco, rusa, oriental y soviética. Una ciudad con contrastes entre la zona de casas con balcones de madera y antiguas iglesias de piedra, y la parte moderna con el puente de la Paz como protagonista, que cruza el río Mtkvari, y donde se encuentran los cafés y clubes de moda.
Región vinícola de Kakheti desde Tbilisi
Además, Georgia es el país que inventó el vino, así que en Tiflis se pueden realizar excursiones vinícolas, catas de vinos y visitas a bodegas, un plan perfecto para completar una escapada ideal.
Fotos | Advantour, Tripadvisor
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