¿Cómo no perder un poco de tiempo mirando Tik Tok y descubriendo cuál es la canción que lo está petando ahora mismo? O cómo voy a dejar de contestar ese Whatsapp de mi mejor amiga en el que seguro que me cuenta con quién quedó ayer, a pesar de que esté trabajando. O ignorar a mi madre cuando me manda un gif de gatitos para desearme que tenga un buen día… Y eso sin contar con las stories que veo sin ton ni son mientras bicheo esa nueva serie de Netflix que en el fondo me está aburriendo.
Vivir el presente para estar completamente centrada y todas esas cosas es, en muchas ocasiones, un imposible. Pero si para algo sirve la tecnología es para hacernos la vida más fácil (y para darnos la oportunidad de tener a un reels de distancia a Tom Holland).
Con la intención de que dejemos el móvil y nos centremos en lo que tenemos entre manos nació Forest, una aplicación que te premia por desconectar y concentrarte en una sesión de estudio o trabajo.
Una aplicación para ser más productiva
Está en primera posición en las aplicaciones de productividad de Apple, pero esto es como en el programa de Samantha: no es lo mismo contarlo que vivirlo, así que me he rascado el bolsillo, he dejado de tomarme el café en la oficina una mañana y la he comprado (cuesta 2,29 euros en iOS, y también está disponible para Android).
En una entradilla de tres párrafos he mirado el whatsapp tres veces y he entrado en Twitter dos. Una más se lo ha llevado Instagram. Lo has adivinado, últimamente me cuesta horrores concentrarme así que si de verdad funciona, puede ser la solución ideal para mis problemas de concentración (de los que tiene mucha culpa el maldito móvil).
De una forma sencilla te diré que convierte concentrarse en un juego. Por cada sesión de estudio o trabajo en la que no tocas el móvil, se planta un árbol. Y lo confieso: soy extremadamente competitiva, así que si hay que dejar de coger el móvil para conseguir un precioso bosque virtual, lo haré.
Plantas un árbol y para que crezca, no puedes salir de la app. Es decir, si coges el móvil, lo desbloqueas y entras en Instagram estarás matando a un precioso arbolito. La propia aplicación te permite establecer diferentes tiempos de concentración, y hasta elegir la especie de tu arbolito. Puedes seleccionar si el tiempo de concentración es de estudio, de trabajo, de deporte, de descanso o incluso social porque sí, cuando vas a ver a tus padres lo mejor es que no mires el móvil y les dediques el tiempo que se merecen.
En mi caso y para mi primer experimento escogí un árbol con un tiempo de 30 minutos que dedicaría a repasar mis últimas clases de cerámica (me creo moderna haciendo cosas con mis manitas). A medida que vas avanzando, el juego va desbloqueando diferentes especies y hay auténticas monerías.
La aplicación parece conocerme mejor que yo misma y hasta me muestra un mensaje de “no me mires” o “vuelve al trabajo”, porque soy de esas que pueden pasarse 10 minutos mirando la plantita como si fuera un puto Bansky y estuviera ante la mayor obra de arte moderna jamás vista. Admito que en los primeros minutos desbloquee el móvil pero menos de lo esperado y conseguí repasar del tirón las últimas técnicas aprendidas de modelado. Reto conseguido.
El árbol se mantuvo sanote durante la sesión de estudio, que podemos amenizar con música de fondo por ejemplo de una tarde de lluvia. Puedes configurar la aplicación con lo que se llama “concentración profunda”, que te penaliza si haces cualquier cosa con el móvil. La aplicación te advierte cuando te distraes, avisándote de que estás a punto de matar al arbolito. Y lo hace. Y no imaginas la tristeza que es eso porque además se queda en tu bosque, seco, recordándote que no cumpliste con tu tarea.
Cada árbol plantado y sano nos da monedas con las que podemos comprar nuevas especies de árboles, y además, colaboraremos con la ONG Trees For The Future, enfocada en la repoblación forestal. ¿Cómo? Con cada cinco mil monedas que dones Forest iniciará el proceso de plantar un árbol real en un bosque deforestado, y tú lo único que tienes que hacer es concentrarte.
Por mi parte estoy ya en camino de que ese arbolito llegue de forma real, y ya tengo acumuladas mis primeras 65 monedas. Para el resto tendré que seguir centrada creando mi precioso bosque virtual, el más bonito y productivo del mundo.
Fotos | Hannah Busing en Unsplash, Trendencias
