Estos días, FaceApp se ha convertido en la aplicación del momento. Para los que todavía no lo sepan, es esa con la que podemos hacernos una idea de cómo nos veremos cuando seamos viejitos y con la que todos nos hemos reído (y también un poco deprimido), y que ha venido cargadita de polémica.
Seguro que, quien más o quien menos, se la ha descargado bajo esa curiosidad que se ha hecho totalmente viral, de vernos con muchos años de más y usarla como lo haríamos con cualquier otra App.
Pues bien, además del bajón que nos ha dado a muchos al comprobar cómo podría afectar el paso del tiempo a nuestro rostro (y al de nuestros conocidos, amigos o, incluso, celebrities), la polémica se ha centrado en la política de privacidad, tratamiento y transmisión de datos y, sí, también incluidos los de nuestro teléfono al completo.
Siendo francos, podríamos decir que son muy pocos los que realmente se leen esas larguísimas políticas de privacidad. Actualmente, la mayoría de nosotros, simplemente descargamos y pulsamos aceptar cuando nos sale toda la retahíla, sin saber, realmente, qué estamos aceptando.
Es precisamente ahí está todo el problema, ya que precisamente su política de privacidad, de tratamiento y transmisión de datos es demasiado vaga, sin informarnos dónde van nuestros datos e imágenes.
Podríamos pensar que, tras la publicación de la Ley Orgánica de Protección de Datos, tanto en España como en el espacio de la Unión Europea, se han restringido mucho la posibilidad de utilización de datos personales sin consentimiento expreso y plenamente informado, lo cual es cierto. Sin embargo, esta App ha sido capaz de encontrar un resquicio para saltarse toda nuestra normativa.
Tales así que los propios términos de uso de FaceApp, cuyos servidores se encuentran en Rusia, se establece que si vivimos dentro de la Unión Europea o estamos en países donde las leyes limitan la recopilación de los datos de manera distinta a la que se establecen en los Estados Unidos, se reservan el derecho transferir los datos a los servidores que están en países o jurisdicciones que sea más laxos en cuanto al tratamiento de los datos personales.
¿Y esto que significa? Pues muy sencillo, que desde el mismo momento en el que nos descargamos la aplicación y aceptamos su política, todos los datos que aportamos, incluidas las fotografías que subimos, las estamos cediendo a la aplicación y ésta tiene la posibilidad de cederlas a un tercero incluso cuando no pudiese usarlas en nuestro espacio normativo.
Pero ojo, porque la cosa parece que va más allá y no solo se ceñiría a los datos que aportamos a la aplicación, sino a todos los datos de nuestro teléfono, lo que supone un riesgo para la seguridad y para la privacidad de millones de personas.
Por su parte, propia compañía ha querido quitar hierro al asunto diciendo que las fotografías no las transfieren de nuestro teléfono a ninguna nube y, por lo tanto, no se puede ceder a un tercero. Sin embargo, bien es cierto que en ningún momento se explica qué tipo de información se quedan y qué datos exactamente son los que se guardan.
En todo caso, hay que tener en cuenta que con una mera fotografía estamos cediendo mucha información ya que, por ejemplo, por defecto, cada fotografía que saca un usuario Android contiene metadatos como la posición y la hora en la que se han tomado, lo cual puede ser almacenado, utilizado y cedido por la App.
Visto así puede que a muchos le recuerde a otros sistemas utilizados, por ejemplo, por redes sociales como Instagram o Facebook, donde todos sabemos que desde el mismo momento en el que abrimos una cuenta y subimos fotografías, éstas son las adquiridas de facto por parte de la compañía, cediendo por nuestra parte ese espacio que entendíamos que era privado.
En todo caso, desde FaceApp se lanzó un comunicado en el cual afirmaban que la mayoría de las imágenes que se suben a esta aplicación son borradas en un plazo que no es superior a 48 horas, pero no se especificara, en ningún momento, el método que utilizan para borrarlo o cómo podríamos solicitarlo.
En todo caso parece ser que sí que nos dan la posibilidad de borrar esta información que ha podido generarse y de las fotografías que hayamos podido subir lo cual ha sido explicado por la compañía y que consistiría en enviar solicitudes desde la propia aplicación del móvil, a través de la pestaña de configuración, concretamente pinchando en "soporte" y "reportar un error", donde pondríamos la palabra "privacidad" en la línea del asunto y estos tramitarían el borrado de toda la documentación y de tal información pero nuevamente sin explicarnos la manera en la cual lo hacen.
A pesar de todo ello, el líder Demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Shumer, alertado por todos estos datos ha solicitado mediante carta al director del FBI, así como al presidente del órgano el regulador de telecomunicaciones de ese país, para que aclaren toda esta polémica y si 'FaceApp' puede y accede a datos personales de los usuarios. De hecho en su carta se puede leer:
Escribo para expresar mi preocupación respecto a FaceApp, una aplicación de móvil con sede en San Petersburgo, Rusia, que podría suponer riesgos de seguridad nacional y privacidad para millones de ciudadanos estadounidenses. Sería profundamente preocupante si la información personal sensible de ciudadanos de EE UU se proporcionase a un poder extranjero hostil activamente involucrado en ciberhostilidades contra Estados Unidos
Sea como fuere, ya como parte de una teoría conspirativa, como parte de la guerra fría, o pura realidad, la polémica está servida. Ahora ya, cada uno que haga lo que buenamente vea necesario.
Fotos | @oldcelebslol y @chiaraferragni
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