¿Qué pasa si no me quiero jubilar a la edad que me corresponde y quiero seguir trabajando? ¿Aumenta la paga de la jubilación por ello? Si estás pensando o planteándote estas dudas, te conviene saber qué es la jubilación demorada.
Según publica la Revista de la Seguridad Social, la jubilación voluntaria demorada es “la posibilidad reconocida a las personas trabajadoras (por cuenta propia o ajena) de que, una vez cumplida la edad ordinaria de jubilación prolonguen su vida laboral, por lo que podrán acceder a una serie de beneficios en su futura pensión de jubilación”.
¿Cuáles son las ventajas? Pues, según el organismo oficial y la ley que entró en vigor el pasado enero de 2022, aquellas personas que retrasan voluntariamente su jubilación pueden tener un complemento económico en su pensión y se puede percibir en estas tres posibilidades:
- Un porcentaje adicional del 4% por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria, lo que supondrá un aumento de la cuantía de la pensión mensualmente y durante el resto de su vida.
- Una cantidad a tanto alzado por año cotizado, que va a depender de los años que se haya cotizado cuando se llega a la edad de jubilación, y que va desde los 5.000 a los 12.000 euros aproximadamente. Se recibe en el momento de la jubilación en un pago único.
- Y como tercera opción, tras ser aprobado el Real Decreto 371/2023 el pasado 18 de mayo de 2023, se podrá obtener un híbrido de los dos anteriores.
Pero quizás, con un ejemplo práctico, podamos entenderlo mejor. Este es el que pone la seguridad social en su web: si una persona que con 35 años cotizados y una pensión inicial prevista de 1.500 euros al mes decide retrasar 2 años el acceso a la jubilación:
- Con la opción 1, al jubilarse su pensión se incrementaría en 120 euros al mes (incrementa su base reguladora un 4% por cada año que alarga su vida laboral).
- Con la opción 2, al jubilarse recibe un pago extraordinario de 15.414 euros (7.707 euros por año de retraso en la edad de jubilación).
- Con la opción 3 (nueva), al jubilarse recibe un pago extraordinario de 7.707 euros y su pensión se incrementa en 60 euros al mes. Es decir, un incremento del 4% por el primer año y 7.707 euros por el segundo año que ha retrasado su edad de jubilación.
¿Por qué nos jubilamos más tarde?
Lo cierto es que el valor del conocimiento sénior es algo que hoy en día está bastante desprestigiado, y es que si observamos las recientes cifras del paro vemos que la franja de trabajadores a partir de los 50 años son los que peor situación tienen ya que va en aumento desde los últimos meses, alrededor del 44%. Pero además, también deben enfrentarse a un segundo problema, el paro de larga duración ya que en la mayoría de los casos es más de 12 meses. Lo cierto es que trabajar permite a los adultos mayores mantiene activos, además de otros beneficios como seguir manteniendo las relaciones sociales, les genera autoestima y satisfacción personal, y un largo etcétera más. De hecho, cada vez hay más mayores que deciden retrasar su retiro y es que la cifra de jubilaciones demoradas se ha duplicado en los dos últimos años, llegando a un 8,1% en 2023.
Otro de los supuestos que favorecen alargar la trayectoria laboral son los incentivos, es decir, los beneficios de los que hablábamos en el punto anterior como son un aumento económico en la jubilación. Pero, no hay que olvidar que también existe la llamada jubilación activa , que se trata de una modalidad que ofrece la Seguridad Social que permite al trabajador por cuenta propia o ajena, trabajar al mismo tiempo que cobra la pensión. Esta suele ser la opción más frecuente entre los sénior que quieren emprender o trabajar como freelance. En estos casos, la pensión se reduce a un 50%, por lo que esta fórmula de retiro se convierte en una de las más beneficiosas pero también de las más restrictivas en cuanto a condiciones, ya que solo permite realizarlo a una determinada edad entre otros requisitos.
¿La salida del mercado debería ser igual para todos?
Parece evidente que no. Por primera vez, la edad media de jubilación rebasó los 65 años en 2023, pero, claro, no todas las profesiones son iguales ya que hay ciertos sectores en los que llegar a una determinada edad se hace más complicado ya sea por su peligrosidad o por el tipo de profesión, entre otros factores.
Por este motivo, según los sindicatos, se deben tener en cuenta las exigencias físicas de cada profesión. Carlos Bravo, de CCOO declaraba en RTVE: “No solo cuentan los incentivos ya que hay gente que tiene que jubilarse anticipadamente porque tiene trabajos de especial dureza”. Para estos casos debemos hablar de la jubilación anticipada que según explican en la web de Seguridad Social, “la edad ordinaria de jubilación puede ser rebajada o anticipada en aquellos grupos o actividades profesionales, cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, peligrosa, tóxica o insalubre y acusen elevados índices de morbilidad o mortalidad, siempre que los trabajadores afectados acrediten en la respectiva profesión o trabajo el mínimo de actividad que se establezca, se encuentren en situación de alta o asimilada a la de alta y cumplan los demás requisitos generales exigidos”.
Concretamente, además, se hace referencia a que “la aplicación de los coeficientes reductores no puede dar lugar a que el interesado acceda a la pensión de jubilación con edad inferior a 52 años. Esta limitación no afectará a los trabajadores de los regímenes especiales (Minería del Carbón y Trabajadores del Mar) que, en 01-01-08, tuviesen reconocidos coeficientes reductores de la edad de jubilación, en cuyo caso, seguirán siendo de aplicación las reglas establecidas en la normativa anterior”. Entre los trabajos se encuentran:
- Trabajadores incluidos en el Estatuto Minero
- Personal de vuelo de trabajos aéreos
- Trabajadores ferroviarios
- Artistas
- Profesionales taurinos
- Bomberos al servicio de las administraciones y organismos públicos
- Miembros del Cuerpo de la Ertzaintza
- Policías Locales
- Miembros del Cuerpo de Mossos d´Escuadra
- Policía fotal de Navarra
Pero, durante los últimos meses parece que se han retomado las conversaciones entre autoridades, patronal y sindicatos que abrirían la posibilidad de adelantar la edad de jubilación a los 52 años para aquellos trabajadores con profesiones consideradas de peligrosidad sin que su prestación se vea modificada. Esta modificación estaría destinada a aquellas profesiones con mayor tasa de siniestralidad y morbilidad a partir de una determinada edad y que, incluso, puedan ocasionar algún tipo de secuela.
En 2024, la edad de jubilación ordinaria es de 65 años para aquellos que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un total de 37 años y nueve meses, pero las personas que no cumplan con este requisito no pueden optar a una pensión hasta que alcanzan los 66 años y seis meses. Y es que en la actualidad aquellos trabajadores que quieran acceder a una jubilación anticipada voluntaria experimentan reducciones en su pensión mensual de entre 2,81% y 21%, habiendo tenido que cotizar un mínimo de 35 años, dentro de los 15 años previos. El debate queda abierto, ¿existe la edad ideal para jubilarse? Eso, solo depende de cada individuo y sus circunstancias.
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