Si la segunda canción que suena en una serie es All These Things That I've Done de The Killers, a mí ya me tiene ganada.
No pienses que soy una chica fácil, es que escoger esa canción del primer disco de este grupo, y hacerlo en la escena que lo hace, es de tener muy claro que quieres que la banda sonora de esa serie sea uno de sus puntos fuertes.
Buscando a Alaska, la serie protagonizada por Charlie Plummer y Kristine Froseth, a quien ya conocemos de The Society y de la película de Netflix Sierra Burgess es una perdedora, es una de esas series teen que tanto nos llaman la atención.
Miles es un joven solitario cuyo gran talento es conocer las últimas frases que personajes famosos dijeron antes de morir (sí, es algo tétrico, pero también bastante curioso). Necesita un cambio en su vida, así que convence a sus padres para que le lleven a otro instituto y empezar de cero.
Allí conoce a Alaska, una chica divertida, sociable y que le resulta irremediablemente atractiva, pero que tiene un lado más triste y oscuro que iremos conociendo según avance la serie. Y entre ambos, otro personaje más tan importante como ellos: la música.
Cuando la música es (casi) un personaje más de la serie
Su banda sonora tiene la capacidad de pellizcarnos, de atraparnos, de hacernos recordar. Es nostálgica pero moderna y está pensada por y para cada una de las escenas en que aparecen. Una banda sonora muy de los dos mil, cargada de indie rock y que comienza con Crosses de José González.
No es solo que acompañen a la escena, es que la completan. Como cuando Miles conoce a Alaska y suena With Arms Outstretched de Rilo Kiley en su dormitorio lleno de libros, y oímos cómo canta sobre querer vivir en el momento, algo que Alaska siempre hace.
Suenan The Strokes con Ask Me Anything, pero también hay espacio para el hip hop de 50 Cent o de Outkast, para el rock de Gorillaz o para versiones como la de Take Me Out que hace Young Summer.
Los protagonistas escuchan temazos tan míticos como California, de Phantom Planet, que formó parte de la banda sonora de The OC (otras de nuestras series de adolescentes favoritas), o Fix You de Coldplay, una de esas canciones que por muchos años que pasen siguen poniéndonos la piel de gallina.
La música avanza su intensidad a medida que la serie avanza y evoluciona hasta transformarse en algo que no esperabas cuando empezaste a verla, tal y como hace la serie.
No es solo una historia más de adolescentes. Esta serie es como una cebolla a la que tendrás que ir quitando capa por capa para descubrir lo que realmente esconde dentro, como la novela debut de John Green en que se basa. Pero tranquila, siempre tendrá buena música para acompañarte.
Foto | Buscando a Alaska
