Hay costumbres y acciones que llevamos con nosotros todo el tiempo y que, a ojos de extranjeros, puede resultar ser todo una rareza aunque nos parezca lo más normal del mundo. Sin embargo, la cosa suele cambiar muchísimo cuando, fuera de contexto y en el lugar menos indicado, hacemos gala de una identidad nacional que puede sere considerada una falta de respeto, o aún peor: una seña de presunción que a todo el mundo tiene harto.
Así le ha pasado al cantante y rapero argentino Trueno, que durante su entrevista en el programa La Resistencia, sin preocupación alguna sacó un termo y se sirvió un vaso frente a su interlocutor, David Broncano, una acción que tuvo la reacción que todo mundo esperaba: la desaprobación.
Trueno, con toda la naturalidad del mundo siguió bebiendo de su mate mientras proseguía con la entrevista, sin embargo, los comentarios no se hicieron esperar ante su acción con declaraciones en las que, muchos españoles afirman, "se ve ridículo que hagan eso en lugares públicos".
"Quieren ser como los ingleses con el té, pero en cutre"
Las respuestas publicadas en el tweet que acompaña el video en donde Trueno se sirve su bebida concuerdan en lo mismo: en que los argentinos han hecho de beber el mate una presuntuosa seña de su identidad nacional aunque quizá la bebida en si no les guste, pero lo hacen sólo para ser reconocidos en la calle por "cargar un termo todo el puto día".
La bebida, que se remonta a sus orígenes a los pueblos guaraníes, es elaborada con hojas de yerba mate molidas infusionadas en agua caliente que se bebe a través de una pajita de metal con un filtro en la punta.
La clave del porqué los argentinos (como otros países de América Latina) la consumen mucho es quizá, porque en realidad es una bebida adictiva, ya que contiene una gran cantidad de cafeína que, además de generar cierta dependencia como al café, estimula el sistema nervioso central, por lo que muchos la consideran un elemento clave para su rendimiento en el día a día.
Aunque el debate de si en verdad esta bebida sabe bien o es un simple acto de presunción por sentirse orgullosos de su país, lo cierto es que, el cargar con un termo, un pocillo y una pajilla a todos lados, sí que puede ser una idea ridícula y fuera de lugar.
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