Noemí Valle
EditorBasta que salgan un par de rayos de sol para que no tardemos en fantasear con la idea de una terraza en la que poder leer mientras disfrutamos del buen tiempo. Un espacio donde hacer cenas con amigos al aire libre o donde desayunar sin prisa los domingos mientras escuchamos nuestro podcast favorito u ojeamos nuestra revista de moda predilecta. Virgina Woolf abogaba por "una habitación propia", nosotras la reescribimos y añadimos: "una terraza para nosotras, por favor". No es un capricho, la necesitamos.
Si eres de las privilegiadas que cuenta con una terraza, quizás no le estás sacando el partido que se merece. Si algo nos dejó claro la pandemia fue que estos espacios son una joya en nuestra casa. Yo desde entonces siempre estoy en busca de vídeos de reformas para hacer más acogedores estos lugares, Mi Instagram y mi carpeta de Pinterest me delatan, pero es que he dado con un antes y un después que te va a dejar sin palabras.
De una terraza fea a una de ensueño
Con algo menos de 20 metros cuadrados, la terraza de la casa de Spencer Bergen y Jack Alessio Pretto, ha pasado de ser un lugar sin estilo ni gracia a convertirse en un spot digno de anuncio, con una estética que nos recuerda a los patios andaluces, donde también destaca un toque de estilo árabe. Para ello han empezaron por cambiar el suelo, que pasó de ser de un tono gris industrial a uno ajedrezado que te transporta de lleno hacia el sur.
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Ya con el suelo nuevo, Spencer y Jack decidieron sacar partido al lugar y crear una zona de comedor con una mesa con azulejos hechos a mano en Marruecos a juego con unas sillas que beben de esa estética romántica de las terrazas parisinas y que casa a la perfección con la línea de la terraza.
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También añadieron al espacio muebles de segunda mano, como una tumbona que compraron por 100 dólares y que transformaron pintándola con aerosol en color rojo para integrarla con la nueva estética de la terraza. Sin duda el lugar perfecto pata tomar el sol o sumergirse en un buen libro una noche de verano.
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Para darle un poco más de vida a la terraza añadieron también múltiples plantas, cultivadas en jardineras elevadas, algunas de color rojo, así como macetas colgantes de diferentes tamaños. Y es que bien sabemos que una planta cambia por completo las vibras de un lugar, a así que cuantas más mejor, y eso es lo que hicieron Spencer y Jack.
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Otro toque que ha marcado la diferencia es la guirnalda de bombillas que atraviesa la terraza, perfecta para iluminar el lugar durante la noche y poder disfrutar ahí de una cena de picoteo en pareja o con amigos en cuanto empiece el buen tiempo. Sin duda la fantasía de cualquiera esta primavera y todas, pero más en verano, para huir del calor agobiante de los pisos pequeños del centro de la ciudad.
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Otro de los inconvenientes que no tardaron en resolver fue que no había ni un grifo ni una tubería, por lo que para poner una conexión de agua y para poder regar todas esas plantas tranquilamente, la pareja decidió contratar los servicios de un fontanero, y sacar al exterior una tubería del baño vecino con el fin de instalar un grifo. Un detalle que por simple que parezca es muy práctico para no estar dando paseos y paseos con la regadera de un lado para otro. El resultado final se puede ver en las imágenes. Un lugar de ensueño en el que sin duda apetece quedarse.
Fotos | @retrojectprojects
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