Puede que Princess Nokia no esté pisando alfombras rojas ni acaparando los focos de Hollywood. Pero eso no significa que no tengamos las miras puestas en ella. Porque esta rapera de Harlem ha vuelto el mundo de la música y la moda patas arriba con un espíritu independiente que lo empapa todo. Desde sus letras políticas, feministas y rompedoras hasta su estilo ecléctico, noventero y unisex. Un soplo de aire fresco al que no vamos a quitar el ojo de encima.
Princess Nokia, cuyo nombre real es Destiny Frasqueri, lleva lo de ser diferente en la sangre. De raíces puertorriqueñas y negras, la cantante proyecta una identidad muy potente y moderna que rompe con todo lo establecido. Y se la ve cómoda en esa grieta que ella está haciéndose para sí misma, sin encajar en ningún estilo particular y creando el suyo propio.
Comencemos hablando de su música, que es lo que le ha convertido en una referencia millennial para las mujeres del mundo. Porque sus canciones son prácticamente letras narrativas. En ellas la artista rapea sobre la igualdad, el poder de las mujeres (especialmente las negras), espiritualidad, magia y un feminismo interseccional que da la bienvenida a todas las mujeres y transexuales del mundo. Algo que le ha convertido en un símbolo de la comunidad LGTBI.
Temazos como Brujas o Sugar Honey Iced Tea critican los estándares sociales y el clasismo de su ciudad, Nueva York. Incluso se atreve a hablar de moda en su canción Balenciaga, en la que busca emborronar la frontera entre tendencias y estilo, apostando por la practicidad y la comodidad de encontrar aquella ropa que te defina sin tomarse las marcas demasiado en serio.
Y es que el estilo de Princess Nokia es como sus canciones, imposible de meter en un solo cajón. Porque el suyo podría definirse como un look de rapero vintage, con mucha inspiración oversize, dejada y retro. De esa que parece effortless pero está pensada al milímetro. Un toque hiphopero y unisex que juega con firmas clásicas de los 90's, como Tommy Hilfiger, Ralph Lauren o Vans.
A este look que parece sacado del vestuario masculino de El príncipe de Bel-Air, Princess Nokia le añade su propia esencia. Porque a ella le gusta jugar con detalles sacados de su origen latino, pinceladas multiculturales con la que se auto-expresa y rompe estereotipos de moda. Este mix de culturas y atrevimiento refleja sus lazos con la herencia caribeña que la define, traducidos en bandanas, pañuelos o las polémicas trenzas cornrow.
Tanta es la fuerza y actitud que proyecta con su música y su estilo que las firmas ya han puesto sus ojos en ella. Así, la rapera de Harlem ha colaborado con Desigual, Bershka y se ha convertido en una de las seis embajadoras de la nueva fragancia de Maison Margiela, Mutiny. Y esto promete ser solo el principio, porque en sus videoclips deja bien claro que es la perfecta imagen de cualquier marca que se le ponga por delante. Desde The North Face a Calvin Klein, ella consigue adaptarlo todo.
Fotos | @princessnokia.