Joel Calata
EditorEn una era donde el bienestar personal y la salud mental están cobrando mayor relevancia, cada vez más personas están optando por experiencias más conscientes y auténticas en todos los aspectos de su vida, incluyendo el ámbito sexual. Dentro de este contexto ha surgido un nuevo término para aquellas parejas que llevan los vínculos y encuentros saludables a la práctica de la intimidad: el "sobergasm", una práctica que se basa en la idea de disfrutar del sexo sin la influencia del alcohol ni otras sustancias.
Esta tendencia está ganando popularidad, especialmente entre quienes buscan conexiones más profundas, mayor placer y una relación más saludable con su cuerpo y el de su pareja, dejando de lado la influencia de bebidas embriagantes o sustancias ilícitas de lado, abriéndose a la posibilidad de disfrutar de la sexualidad en una práctica totalmente opuesta a lo que refleja el slamsex.
El consumo de alcohol ha estado históricamente ligado a la socialización y al sexo, sobre todo en el caso de los hombres, quienes son los que más recurren a las bebidas alcohólicas para desinhibirse, reducir la ansiedad y sentirse más confiados en sus encuentros sexuales.
Sin embargo, esta dependencia del alcohol puede afectar la calidad de la experiencia sexual, disminuyendo la sensibilidad y generar dinámicas poco saludables en la intimidad. Con el auge del "sobergasm", cada vez más individuos están eligiendo vivir su sexualidad de manera sobria, lo que trae consigo numerosos beneficios tanto físicos como emocionales.
Uno de los principales beneficios del "sobergasm" es el aumento de la sensibilidad y el placer. Sin la interferencia del alcohol, los sentidos se agudizan, permitiendo que cada caricia, beso y movimiento se sienta de manera más intensa.
Sin embargo, el alcohol no sólo puede afectar la respuesta sexual del hombre al interferir en el nivel de erección, sino también en las mujeres al reducir la lubricación vaginal, mientras que el sexo sobrio favorece un mejor desempeño y una mayor capacidad de disfrute.
Otro aspecto clave es la mejora de la conexión emocional con la pareja: el sexo sobrio permite una comunicación más clara y efectiva, lo que facilita el consentimiento consciente y una mayor sintonía con las emociones y deseos del otro. En muchas ocasiones, el consumo de alcohol puede nublar el juicio y dar lugar a experiencias que, en retrospectiva, no resultan satisfactorias o incluso pueden generar arrepentimiento, por lo que, al mantener la mente despejada, las personas pueden tomar decisiones más alineadas con sus verdaderos deseos y valores en conjunto.
Una cuestión de autoconocimiento y autoestima
Al no depender del alcohol para sentirse atractivo o confiado en la intimidad, las personas aprenden a conectar con su cuerpo de una manera más auténtica y natural. Esto les permite descubrir qué les gusta, expresar sus necesidades sin temor y sentirse más cómodos en su piel. Además, eliminar el alcohol de la ecuación ayuda a evitar la sensación de resaca emocional o física que muchas veces acompaña a los encuentros sexuales bajo los efectos de la bebida.
El "sobergasm" no es una práctica exclusiva de quienes han decidido dejar el alcohol por completo. Muchas personas que siguen consumiendo alcohol en otras situaciones han optado por evitarlo en el contexto sexual para disfrutar de una experiencia más plena y auténtica.
Además, esta tendencia también está en sintonía con el creciente movimiento de la sobriedad consciente, en el que cada vez más personas están cuestionando su relación con el alcohol y optando por reducir su consumo o eliminarlo por completo. En las redes sociales y comunidades de bienestar, el "sobergasm" está cobrando protagonismo como una forma de reivindicar el placer sin necesidad de alteraciones químicas y como un camino hacia una sexualidad más satisfactoria y saludable.
Si bien el sexo es una experiencia profundamente personal, y cada individuo tiene la libertad de decidir cómo lo vive, el movimiento "sobergasm" invita a reflexionar sobre los hábitos en la intimidad y a considerar la posibilidad de experimentar el placer desde un lugar más consciente y auténtico.
Fotos de Warner
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