Dos mujeres poderosas con un país a sus pies. Ellas son Máxima de Holanda y Letizia Ortiz, reinas de los Países Bajos y España, respectivamente. Unidas a la realeza por matrimonio, ejercen su papel consorte con matrícula de honor y se han ganado a pulso el cariño del pueblo. Sin embargo, a las soberanas las une otro vínculo que ninguna de las dos hubiese deseado: las trágicas muertes de sus hermanas.
En primer lugar, cabe destacar que Máxima está de plena actualidad en el panorama nacional después de que anoche Antena 3 emitiera el primer capítulo 'Máxima', una serie de seis episodios sobre la monarca que narra sus orígenes y el comienzo de su idilio romántico con el rey Guillermo Alejandro, el cual tuvo lugar en las casetas de la Feria de Abril de Sevilla.
Puede que a simple vista, la vida de la argentina parezca rescatada de un cuento Disney, pero no. Me refiero a que hubo un suceso que la marcaría para siempre: El fallecimiento de su hermana Inés Zorreguieta a los 33 años de edad.
Dicho suceso está fechado en el 6 de junio de 2018 y, según fuentes policiales, fue Inés la que decidió acabar con su vida voluntariamente en su piso del barrio de Almagro, en Buenos Aires. Una terrible escena con la que se encontró la amiga de la fallecida, quien dio el aviso a emergencias.
Recordemos que Máxima se pronunció sobre cómo había afrontado la pérdida de Inés en una entrevista para Matthijs van Nieuwkerk, en la televisión nacional, con motivo de su 50º cumpleaños: "Sabíamos que ella no estaba bien desde hacía tiempo, en los últimos 8 o 9 años antes de fallecer. Y aun así seguía existiendo un tabú entre nosotros, no hablábamos de ello. No conocíamos exactamente cuál era su diagnóstico", expuso la monarca, que después reveló que su hermana "padecía depresión y trastorno de la personalidad".
Letizia lo sufrió años antes
Ortiz, lamentablemente, vivió en primera persona el mismo drama que la argentina. Más de una década antes, el 7 de febrero de 2007, fallecía Erika Ortiz, hermana de la reina y madre de Carla Vigo, también de forma voluntaria. En este caso, sería la pareja de la fallecida, Alberto García, la primera en conocer los hechos después de entrar en su casa de Vicálvaro (Madrid).
Cómo olvidar aquella desgarradora imagen de Letizia, por entonces embarazada de la infanta Sofía, rota de dolor junto a Felipe VI y, como buenamente pudo, agradeciéndoles a los medios de comunicación presentes las muestras de cariño que le brindaron: "Gracias a todos los que se han apenado por su muerte", fueron las únicas palabras de la princesa de Asturias.
Fotos | Gtres
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