A menos de dos horas de Madrid se encuentra un lugar histórico, pero que sigue teniendo relevancia en el presente (dos estrellas Michelin incluidas)
Sigüenza es un lugar de paso imprescindible para todos los amantes de la historia, las escapadas románticas o los pueblos medievales. Desde luego, por algo National Geoprahic la llama "el tesoro medieval no solo de Guadalajara, sino de toda Castilla-La Mancha". Aunque es mucho más que su pasado y lo demuestra con una gastronomía que atesora dos restaurantes con estrella Michelin (El Doncel y Molino de Alcuenza) en el municipio. Dos razones más para ir esta primavera que se suman a todas estas otras:
El parador que fue castillo
Restaurado y habilitado como Parador Nacional de Turismo, esta gran fortaleza conserva aún su espíritu altomedieval. Su historia se remonta 900 años atrás, al siglo XII, cuando fue usada de manera continua como residencia de los obispos hasta mediados del siglo XIX.
También pasó por este impresionante castillo el rey Fernando VII y su séquito,. Además, durante la ocupación napoleónica se convirtió en el cuartel de las tropas francesas y sirvió de fortaleza, por última vez, en las Guerras Carlistas. En esta época fue cuando sufrió grandes destrozos y acabó abandonado.
Aunque no terminaría su conversión en ruina hasta la Guerra Civil de 1936. Sin embargo, en 1970 se restauró siguiendo antiguos planos cotejados con los restos que quedaban en pie. En la actualidad, el acceso es libre al Parador de Turismo, permitiendo su visita exterior y al interior, quedando restringidas la zona de habitaciones de clientes alojados.
La Catedral del Doncel
La catedral de Sigüenza es conocida en toda España por “El Doncel de Sigüenza”. Este personaje era un miembro de la familia de los Vázquez de Arce, caballero de Santiago, que murió a los veinticinco años en la Guerra de Granada. Puede decirse que es el personaje más famoso de la localidad y su escultura fúnebre se puede ver en una pequeña capilla de la catedral.
Sin embargo, se dice que fue Miguel de Unamuno quien lo llamó doncel, a modo de halago, y con ese nombre se quedó. En conjunto, esta construcción es un bello ejemplar del cisterciense o primer gótico.
Una de las más bellas plazas castellanas
Es en el siglo XV, en plena Baja Edad Media, cuando se diseña una de las más bellas plazas castellanas: la Plaza Mayor de Sigüenza. Para ello, el cardenal Mendoza decide derribar un lienzo de la muralla y crear un nuevo espacio diáfano frente a la Catedral, donde celebrar espectáculos y el mercado semanal. Es decir que simbolizaba el fin de la Sigüenza fortificada y el inicio del auge comercial.
De estructura rectangular, a uno de sus lados se levantó una galería porticada para guarecerse de la lluvia. Sobre la galería se edificaron casas para el Cabildo que se adornan con escudos. En su panorámica también se puede admirar la Torre del Gallo, antaño atalaya de vigilancia, que se alza de la catedral como un elemento extraño pero, al mismo tiempo, icónico
La Alameda
El Parque de la Alameda es mucho más que un jardín, Tiene más de dos siglos de historia y forma parte del Conjunto Histórico de Sigüenza, declarado Conjunto Histórico Artístico por Decreto en 1965 y ampliado y delimitado como Bien de Interés Cultural en el año 2017.
Su arboleda consta de unos 400 ejemplares de especies diversas, siendo las más abundantes: Platanus hispanica, Populus (varias especies), Acer pseudoplatanus, Aesculus hippocastanum, Tilia (varias especies), Ulmus laevis, Ulmus pumila, Celtis (varias especies), Fraxinus (varias especies), o el Cedrus (varias especies), además de otros ejemplos.
Además, en este espacio natural se encuentran algunas edificaciones y construcciones históricas. En total, el conjunto hace un lugar central de encuentro y de mucho movimiento de la vida social de Sigüenza.
Foto de portada | Javi Guerra Hernando
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