El currículum vitae es la primera impresión que cualquier reclutador tendrá de nosotros. Y si algo nos ha enseñado el efecto halo es que esa primera irmpresión es importante y marca el curso de las relaciones que tendremos.
Además de incluir alguna de las aptitudes y habilidades profesionales más demandadas en LinkedIn y asegurarnos de que nuestro CV se adapta al puesto de la oferta y a la empresa, Andrea Ramos, experta en Recursos Humanos y autora del libro ‘Consigue el trabajo que tú quieres: Un método efectivo en 5 pasos para liderar tu búsqueda laboral’ nos recomienda quitar algunas cosas.
Hay gente que la edad no la dice ni en Tinder, y en el caso del currículum vitae, no es una información que sea imprescindible añadir. Además de datos personales como la edad, la dirección o el estado civil, nos vamos a deshacer de tres cosas más que, según la experta, sobran en cualquier CV.
La formación académica que está muy lejos de finalizarse
Hace cinco años empecé un curso de lettering que nunca acabé, y cinco años atrás, un máster de coaching que tampoco terminé (ni voy a terminar). La experta asegura que es absurdo añadir a nuestro currículum vitae una formación que no se ha terminado y que está lejísimos de terminarse, como un curso que empezamos en 2010 y que 14 años más tarde, no hemos terminado. Es ese propósito que nunca se pone en marcha y solo da una imagen de que no somos constantes y no conseguimos finalizar lo que empezamos.
Si no estamos cursando o no lo hemos terminado, es mejor obviar esa información, porque aunque nos parezca que tiene que haber mucha información en nuestro CV, es importante entender que es mejor una información precisa que mucha información que no aporta nada y que lo único que consigue es hacer perder el tiempo a quien hace la entrevista.
Trabajos de muy corta duración
Poner que trabajaste dos meses en un restaurante, aunque seas camarera profesional, solo puede llevar a que te pregunten y que eso provoque una situación incómoda en la que se cuestione por qué solo estuviste dos meses.
Los idiomas que no dominamos
Poner que tienes nivel bajo escrito y hablado de italiano porque sabes decir “mamma mía”, “capuccino”, “per favore” y “prego”, es tan útil como lo era que el currículum de Lily Aldrin en ‘Cómo conocí a vuestra madre’ pusiera era campeona de comer perritos.
Un nivel bajo que nos sirve para defendernos si viajamos no es algo que vaya a aportar nada a la empresa en la que deseamos trabajar porque no servirá, por ejemplo, para tener una reunión en ese idioma. Es mejor obviar esa información, sobre todo porque tal y como nos explica Andrea, los idiomas deben llevar escrito al lado el nivel que tenemos (B1, C1, C2...).
Al igual que pasa con las aptitudes, los idiomas deben estar avalados. No sirve de nada poner un nivel medio sin que podamos comprobar si realmente lo es. Piensa que los reclutadores reciben decenas de CV, así que pongámoslo fácil y tendremos más posibilidades de hacernos con el trabajo.
Nota: algunos de los enlaces de este artículo son afiliados y pueden reportar un beneficio a Trendencias.
Fotos | Succession (HBO Max), Cómo conocí a vuestra madre
En Trendencias | Volver con tu ex años después: lo que opinan los expertos sobre las segundas partes
En Trendencias | Mad Cool 2024: todo lo que se sabe sobre el cartel, las entradas y los horarios
