Santander ejecuta la retirada de nombres franquistas una década después de haber aprobado los cambios en el callejero

Santander ha tardado una década en cambiar 18 nombres de calles de la ciudad vinculados con el franquismo, cambio aprobado por el Ayuntamiento en 2015 y que este jueves, a instancia de la Fiscalía de Memoria Democrática, ha ejecutado por acuerdo plenario. Asimismo, ha vuelto a aprobar la retirada de honores y distinciones al dictador Francisco Franco y al militar Luis Carrero Blanco. Ambos fueron distinguidos en el pasado con la Medalla de Oro de la Ciudad. Franco, además, recibió las llaves de la capital cántabra y fue designado Alcalde Honorario. El acuerdo previo de retirada de honores nunca fue tramitado por el PP.

Los acuerdos del pleno de este jueves han sido adoptados con el único voto afirmativo del Partido Popular, en lo relativo a los nombres vinculados con el franquismo, y por práctica unanimidad en lo concerniente a la retirada de honores. Vox ha votado en contra en ambos casos. Los cambios en el callejero han salido adelante por tanto con los 14 votos del PP y la abstención de PSOE, PRC y de IU, que han justificado su postura en la imposición de una lista cerrada para los nuevos nombres y la falta de participación social en el proceso.

Los cambios en el callejero santanderino son los siguientes: Alto de los Leones por Benito Madariaga; Alféreces Provisionales por Fray Silvestre Vélez de Escalante; Belchite por José Luis Casado Soto; Brunete por Carmen y Joaquín González Echegaray; Capitán Cortés por Miguel Ángel García Guinea; Carlos Haya por Antonio de Tova y Arredondo; García Morato por Juan Antonio Gutiérrez de la Concha; General Díaz de Villegas por José de Bustamante y Guerra; General Moscardó por Bernardo de Miera y Pacheco; Montejurra por Valentín Lavín Casalís; Ruiz de Alda por Juan de Santander; Sargentos Provisionales por Leonor Plantagenet; Zancajo Osorio por Leonor de la Vega; Camilo Alonso Vega por José Hierro; y General Dávila por Paseo de Altamira.

La Fiscalía de Derechos Humanos y Memoria Democrática de Cantabria dio en marzo un plazo de un mes al Ayuntamiento de Santander para cambiar el nombre de 18 calles con denominaciones franquistas, General Dávila y Camilo Alonso Vega entre otras, para que se cumplieran los acuerdos adoptados en los plenos municipales de agosto de 2015 y mayo de 2016 sobre la retirada de estos nombres del callejero y otros elementos conmemorativos contrarios a la Ley de Memoria Democrática.

Debate agrio

Con la espada de Damocles del ultimátum de la Fiscalía para que se cumpla ley sobre la mesa, el debate de este jueves en el Pleno de Santander ha sido corto y agrio, y no han faltado bulos históricos como el de la concejala de Vox, Laura Velasco, quien ha afirmado que “la Segunda República fue el régimen más cruel y sangriento de la Historia de España”.

El resto de la oposición, integrada por socialistas, regionalistas e IU, ha expresado su hartazgo por la larga espera a que el Ayuntamiento cumpla sus propios acuerdos y de paso las distintas leyes de Memoria Histórica, al tiempo que ha censurado que no se haya podido reabrir el debate del listado de nuevos nombres, ya que el aprobado en 2022 fue tramitado la pasada legislatura por el edil de Ciudadanos, Javier Ceruti, lo que ha arrojado una sobrerrepresentación de figuras de la Marina -el exconcejal es reservista de la Armada- y una infrarrepresentación de mujeres: solo 3 de 18. Las propuestas de estos partidos y de asociaciones memorialistas cayeron en saco roto y no se han tenido en cuenta.

La alcaldesa de la ciudad, Gema Igual (PP), ha afeado a la mayor parte de la oposición que a la hora de votar se abstuvieran, después de “tantos años llenándoseles la boca” con denuncias sobre la situación del callejero. “Jamás pensé que, a quien se le llena la boca, a la hora de votar se abstenga. Me sorprende porque no me parece firmeza, ni valentía, más bien cobardía. Ahora entiendo que les ha venido muy mal el auto del fiscal, porque cuando se vanagloriaban de que ponía en su sitio a la alcaldesa, se han dado cuenta de que había solo un mes y no se podían hacer nuevas propuestas. Les ha dolido no tener la oportunidad de otros nombres para que no cierren ninguna de las heridas. Cuando alguien está anclado en el pasado, eso no deja avanzar”.

Igual también ha dicho que en diez años ningún ciudadano en particular -otra cosa serían escritos de asociaciones- se le ha acercado para quejarse por el estado del callejero. “Muchas de las personas que viven en estas calles no conocen la historia, no por incultura, sino porque tienen otras cosas que aprender y mirar el futuro, dando igual lo que haya hecho su abuelo o el mío. A mi abuelo fueron a buscarle los dos bandos. ¿En cuál estaba? Yo no lo voy a juzgar y voy a seguir adelante como alcaldesa. Llevo 10 años de alcaldesa y en la vida me lo ha preguntado nadie. Sí algunos colectivos y cuando el fiscal da un plazo aquí está la alcaldesa para cumplir”.

El edil regionalista Vicente Nieto ha justificado la abstención del PRC en que “la propuesta sometida a aprobación es un ejemplo de improvisación, falta de transparencia y desprecio por la participación ciudadana. Han tenido diez años para esta cuestión y con lo que no contaban es con el ultimátum de la Fiscalía que ha obligado a sacar del baúl de los recuerdos tres años después el listado de nuevos nombres aprobado”. “Los ciudadanos se han enterado de las decisiones a través de la prensa y esto no se puede admitir. ¿Dónde está la participación? El callejero debe reflejar el sentido de pertenencia de sus ciudadanos”, ha asegurado Nieto.

“Hoy la alcaldesa nos cuenta un cuento, porque ha venido el fiscal y tenemos que cambiarlo todo -ha declarado el portavoz socialista Daniel Fernández-. Olvida los 18 años de vigencia de la ley y los diez años en que se constituyó el comité de expertos. En el documento que ahora la alcaldesa recupera no se han tenido en cuenta las propuestas socialistas y de asociaciones y colectivos desde 2022, y sobre todo la participación ciudadana que se busca para decidir el color del suelo de los Jardines de Piquío y se olvida para algo tan importante con el callejero”.

“Este asunto no debiera ser polémico en una sociedad como la nuestra. La ley no es partidista ni revanchista, sino que emana de principios democráticos como verdad, justicia y reparación. Hay que mirar el pasado para construir un futuro más respetuoso con la memoria colectiva del país. El PP ha ignorado la obligación legal y moral que tiene”, ha afirmado durante el pleno el portavoz socialista. “¿Qué sentido tiene traer una propuesta cerrada? ¿Tanto costaba hacer las cosas bien? No se puede decir que se defiende la Constitución y a la vez mantener símbolos de un régimen que la combatió”, ha agregado.

La nota más agria la ha puesto Laura Velasco, por Vox, que ha calificado lo ocurrido en el Ayuntamiento como “un intento de blanquear el régimen más sangriento de la Historia de España”, en referencia a la II República. “Me pregunto si usted concebiría que en Ucrania pusieran una avenida a Vladímir Putin -le ha contestado el socialista Daniel Fernández-, porque eso es lo que ocurre en Santander, en donde hay una calle al general [Fidel] Dávila, que sitió y bombardeó la ciudad”.

Para Vox, eliminar las referencias franquistas del callejero es igual a “destruir nuestro patrimonio porque España como nación dispone de un legado heredado en diversas manifestaciones de la historia y que los representantes públicos tenemos que mantener”, ha valorado su portavoz, para después concluir: “La propuesta es revanchista. Hay que mantener las calles existentes”.

“El debate no ha terminado porque en nuestro callejero sigue habiendo elementos que exaltan una exaltación franquista. Un espacio público de una sociedad democrática debe rendir homenaje no solo a figuras sino a valores acordes a los principios democráticos. Seguiremos luchando porque estas cuestiones, que son simbólicas e importantes”, ha concluido el edil de IU, Keruin Martínez.

¿Dónde están las llaves?

Además, y por segunda vez, el Ayuntamiento de Santander ha revocado los honores concedidos a Carrero Blanco y Franco, este último a día de hoy todavía Alcalde Honorario de la capital de Cantabria. El primer acuerdo en tal sentido no se desarrolló: nunca fue incoado el preceptivo expediente para llevarlo a cabo por parte del equipo de gobierno municipal del PP. En esta segunda ocasión debería seguirse el mismo proceso, con el añadido de reclamar la devolución de las llaves de la ciudad así como las Medallas de Oro.

El concejal socialista Daniel Fernández ha preguntado durante su intervención, sin obtener respuesta, dónde están las llaves y medallas y si el Ayuntamiento ha reclamado su devolución. “Tenemos la duda de si van a reclamar la devolución de las Llaves y la Medalla de Oro de la ciudad a la Fundación Francisco Franco.

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