El éxito de 'Valeria' es innegable. Tan solo 48 horas después de estrenarse, la adaptación de los libros de Elisabeth Benavent ya era lo más visto en Netflix y se había convertido en el planazo de fin de semana más compartido en redes sociales. Quizá la ola de calor ayudó un poco y la inmensa mayoría decidió huir de él bajo el aire acondicionado de su casa de la mano de Netflix. Pero me consta que no todos lo hicimos precisamente por eso (doy fe de que ver la serie es lo único que he hecho en todo el finde y no tengo aire).
Probablemente que la historia de 'Valeria' fuera primero un éxito superventas ayuda. La pelirroja ya contaba con un club de fans propio. Pero está claro que la producción ha sumado números a este club. El que sea divertida y ligera es clave, aunque estoy convencida de que su valor reside en cinco puntos:
1. Ya lo comentamos tras ver la primera temporada, la serie tiene el poder de hacernos conectar casi instantánemente con sus personajes. Actualiza de forma maravillosa el libro y no le faltan detalles que toquen la fibra a los millennials españoles. Habla de todas las temáticas que son tema de conversación de una generación (bodas, compra y alquiler de pisos, trabajos mal remunerados, relaciones con los padres...) y presenta personajes cercanos con los que es fácil sentirse identificado.
2. La primera temporada llegó en plena pandemia y conquistó nuestro corazoncito al acercarnos las calles de Madrid pre-pandemia. Una normalidad con la que en ese momento soñábamos que pudimos recorrer desde nuestro sofá con Valeria y sus amigas. Esta segunda, sigue chocando con lo que vivimos actualmente y muestra un presente sin covid de lo más reconfortante.
3. La banda sonora es un acierto. Con la gran Rigoberta Bandini incluida, no escatima en licencias musicales e incluye a Delaporte ('Ni un beso'), Supersubmarina ('Chas! Y aparezco a tu lado'), Carlos Sadness ('Mira que eres linda'), Babi ('Devuélvemelo'), Bomba Estéreo ('Money Money Money'), Zahara ('Pregúntale al polvo'), C. Tangana ('Tú me dejaste de querer')...
4. El vestuario está lleno de detalles inspiradores sea cual sea tu estilo. Carmen destaca por su armario arty a todo color, Nerea por su estilo elegante y atemporal, Lola por su espíritu trendy y Valeria por su moda real. Me gusta como el estilo de Valeria va evolucionando a lo largo de la serie. Empieza siendo más naif y termina muy sofisticado. Pero si me quedo con alguien, sería con Lola. Su armario es todo glamour y está lleno de detalles tendencia como los bolsos mini de Longchamp que le vemos en varias ocasiones.
5. El final de la serie abre nuevas incógnitas en torno al personaje de Bruno Aguilar. Y eso te deja el gusanillo. La serie deja entrever que será un nombre importante en la historia de Valeria. La incógnita está en si será un nuevo amante que sustituirá a Victor. Y en quién se encargará de darle cara.
Lo bueno es que las impacientes pueden optar por continuar la historia con los libros. Aunque la producción no es 100% fiel a ellos, la prota nos contó hace tiempo que esta segunda temporada lo es mucho más que la primera.
Valeria en blanco y negro (Saga Valeria 3)
Valeria al desnudo (Saga Valeria 4)
La saga de Valeria (edición pack): En los zapatos de Valeria | Valeria en el espejo | Valeria en blanco y negro | Valeria al desnudo (Best Seller)
Todo eso, sumado al guapazo de Maxi Iglesias que aparece más vulnerable y menos flipado que en la primera temporada y nos conquista. Además de ser un golpe de nostalgia por recordarnos a Cabano ('Física o química').
Fotos | Netflix
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