Los nervios y las prisas pueden aflorar en determinadas épocas de nuestra vida. En invierno, cuando ya no queda ni rastro del relax de aquellas vacaciones en agosto bajo el sol, cuando estamos totalmente sumergidos en la rutina y los horarios y un sinfín de compromisos, es bastante normal que el estrés juegue en nuestra contra y derive, incluso, en problemas estomacales. Qué no cunda el pánico, podemos minimizar las molestias de esas digestiones que tienden a hacerse más lentas y pesadas, la clave está en hacer ejercicio.
Como explican los expertos de Vitónica, la actividad física es una gran aliada del sistema digestivo ya que, cuando hacemos deporte, se acelera nuestro metabolismo, lo que daría lugar a unas digestiones más rápidas y un tránsito intestinal mayor. De hecho, los estudios científicos insisten en que hacer ejercicio aumenta el flujo sanguíneo de los órganos digestivos, ayudando en la absorción de nutrientes. Para ello tenemos que tener en nuestro radar ciertas disciplinas que pueden ser un must para favorecer el movimiento intestinal y la evacuación de los residuos alimenticios.
Caminar
Una buena caminata después de comer puede convertirse en una rutina clave para mantener el cuerpo activo mientras mejoramos nuestra salud digestiva y puede también ayudarte a perder peso, según explica una investigación científica. Además, puede convertirse en una vía de escape al estrés del día a día, perfecto para mantenernos más relajados.
Hacer abdominales
Un básico para favorecer el movimiento intestinal. Más allá de ayudarnos a fortalecer toda la zona del core, este ejercicio para tonificar, que trabaja especialmente los músculos del abdomen, hace que en la zona se promueva un mayor flujo sanguíneo durante la digestión.
Sentadillas
Un clásico en nuestras rutinas de fuerza que, resulta ser ideal para evitar los problemas digestivos. Aunque en una primera instancia podemos pensar que lo que trabajamos con este tipo de movimientos es nuestro tren inferior, hay que tener en cuenta que también favorecen los movimientos intestinales.
Ciclismo
Ya sea en su versión ciclismo indoor, desde la comodidad de tu casa o en el gym, así como una rutina por la montaña o la ciudad con tus amigos. Este deporte, además de ayudarnos a controlar el estrés, hace que con ese continuo pedaleo se estimulen los músculos implicados en la digestión.
Tai Chi
La clave de esta disciplina son sus movimientos más suaves y la importancia de la consciencia de nuestra respiración. Este ejercicio, que aboga por conectar cuerpo y mente, nos ayuda a reducir el estrés y, según la ciencia, también estimularía los órganos internos, incluido el tracto digestivo, lo que favorecería unas digestiones más livianas.
Pilates
Por supuesto, el pilates no podía faltar en esta lista. Qué sea la disciplina del momento no es pura casualidad porque, además de ayudarnos a tonificar nuestro cuerpo de una forma asombrosa a través de ejercicios de bajo impacto, las investigaciones científicas han observado que mientras estaríamos tonificando los músculos a la par también estimularíamos nuestro sistema nervioso parasimpático, promoviendo la relajación y ayudándonos en la digestión.
Fotos | Anna Shvets en Pexels, Antoni Shkraba en Pexels
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