La actriz Sophie Turner ha sido madre, por primera vez, durante este mes y hasta el final del embarazo la hemos visto luciendo una figura envidiable y saludable. Turner cuenta con una genética envidiable, pero sabemos que en su etapa en Juego de Tronos, en plena adolescencia, la actriz pasó por dificultades de salud mental y problemas con su imagen corporal. Esto ha influido en que se vuelva muy critica con la industria que promociona las dietas milagro.
Una de las ayudas que la actriz ha tenido para mantener tanto su salud mental como su salud física, y aumentar su confianza en sí misma, ha sido la ella es una persona muy activa a la que podemos ver en bici en numerosas ocasiones, yendo a esquiar, saliendo a hacer hiking o practicando deportes acuáticos.
Pero, además, Turner añadió las rutinas de fitness como parte de su vida después de entrenar para preparar el papel de Jean Grey en X-Men: Fénix Oscura. Para preparar dicho papel contó con la ayuda de James Farmer, su entrenador personal y director del centro deportivo The Body Blueprint.
Durante tres meses entrenó durante una hora al día, unos seis días a la semana. En estos entrenamientos trabajaba todo el cuerpo con rutinas que incluían bandas elásticas, kettlebells o los temidos burpees, así como rutinas de HIIT. De esta manera trabajaba la fuerza tanto con accesorios como con su propio peso. Una de las particularidades sobre el entrenamiento de Sophie Turners es que lo hacían en la calle, en vez de encerrados en un gimnasio, lo que lo hacía mucho más entretenido.
Aunque este entrenamiento fue temporal para la preparación de la película, Sophie ha incorporado a su vida parte de lo aprendido en ese tiempo. Además, también realiza entrenamientos de cardio. De manera habitual practica boxeo en el centro Rumble (New York) o en Unbreakable (L.A.).
Imágenes | Gtres