Hace ya tiempo que Sarah Jessica Parker se convirtió en la memorable e innolvidable Carrie Bradshaw, su personaje más conocido y tal vez mejor logrado en una larga carrera cinematográfica. Ambas tienen mucho en común, pero al mismo tiempo son completamente diferentes. Por primera vez, Sarah Jessica habla de su percepción sobre este personaje y de la dualidad existente entre ambas para la revista Elle Británica.
Carrie es el ícono fashion de lo que la mujer actual quisiera ser, ataviada siempre con los modelos más exclusivos de las grandes firmas, calzada por el rey de los zapatos, Manolo Blahnik, siempre a la última, siempre moderna y trendy. Sarah Jessica se convierte en Carrie cada vez que pisa una alfombra roja, cada vez que busca lo que más le favorece ¿es realmente Carrie a quien estamos viendo?
"La gente me confunde con mi personaje en Sexo en Nueva York. Yo no me paso la mayor parte del día de compras. Amo ir de compras en la rara ocasión en que lo hago y amo la ropa hermosa, pero no son esas las cosas que son importante - no te hacen mejor ni te dan más sustancia como persona, no te hacen una persona pensante. Sin embargo, la moda puede darteun cierto sentimiento - es ese el sentimiento que pueden darte unos zapatos o un bolso, o la forma en que te quedan unos pantalones".
Queda claro que Sarah Jessica no se ve como la gente la mira, al contrario. Se ve más allá de Carrie y la moda, más allá de las grandes firmas y tal vez es por ello que su nueva línea Bitten pretende ser accesible a cualquier mujer. En cuanto al guardarropa de Carrie, Sarah Jessica nos dice que se encuentra perfectamente alamacenado como si de piezas de museo se trataran en una cámara de temperatura controlada.
La fotografía de la portada nos muestra la dualidad Sarah Jessica/Carrie enfundada en un increíble vestido amarillo y acompañándolo simplemente con unos discretos pendientes de diamante. Perfectamente peinada y maquillada, Carrie se encuentra detrás de esa mirada esperando para volver a ser un ícono de la moda.
