La describen como la emoción de 2021. Los medios internacionales se hacen eco de ella y los psicólogos lo abordan diariamente en sus consultas. La languidez ha surgido como factura emocional a la pandemia (y post pandemia), tras la prolongación del estrés y la incertidumbre generada ante una situación atípica que continúa afectando al mundo entero.
Podríamos definirla como una mezcla entre desmotivación, desgaste emocional y sensación de estancamiento que empieza a afectar a más personas de las que creemos...
Aurora López, psicóloga y directora del centro 'Más Vida Psicólogos', nos explica que es un término que, aunque no describe patología como tal, está ayudando a muchas personas a poner nombre a unas sensaciones negativas que no llegan a ser graves pero sí dificultosas para el día a día. "Ni depresión, ni ansiedad. Es languidez", advierte.
La importancia de reconocerla (no es una enfermedad mental)
"Languidecer es tener una serie de emociones que abarcan agotamiento mental, falta de motivación, sensación de estancamiento y vacío o aburrimiento en los días", recoge López.
The New York Times fueron los primeros en ponerle nombre, refiriéndose al término como "el hijo ignorado de la salud mental". "Se siente como si uno estuviera pasando los días sin rumbo, mirando la vida a través de un parabrisas empañado", recogen. Y explican en sus páginas que es el vacío entre la depresión y el bienestar, la ausencia del bienestar.
La experta sostiene que el languidecimiento empaña nuestra motivación, altera nuestra capacidad de concentración y triplica las probabilidades de que reduzcamos el rendimiento en el trabajo. "Parece ser más común que la depresión, y en cierto modo puede ser un factor de riesgo mayor para sufrir una enfermedad mental", concreta.
De dónde surge
El término fue acuñado por un sociólogo llamado Corey Keyes y su investigación sostiene que las personas con más probabilidades de padecer depresión o trastornos de ansiedad en los próximos años son las personas que languidecen ahora mismo. Keyes definía el término languidecer como lo opuesto a florecer. "Una sensación de apatía, inquietud o falta general de interés en la vida".
"Este fenómeno nace en la pandemia y describe muy bien la factura emocional de la misma", nos cuenta la experta. Argumenta así mismo que es la ausencia de bienestar, que vivimos en pandemia como un "duelo" porque habíamos perdido nuestra normalidad y que ahora refleja que muchas cosas hayan cambiado.
Qué hacer contra la languidez
Parte del problema radica en que, cuando una persona languidece, es probable que no identifique o note los síntomas ya que es una transición que ocurre muy poco a poco. El primer paso sería entender que nos sentimos de esta manera, así podremos cuidar de nuestra salud mental.
Para ponerle freno, la psicóloga se focaliza en un nuevo término: el flujo. "Estos años de pandemia han influido en que las personas perdamos un poco el foco sobre hacia dónde vamos porque estábamos más preocupados en no contagiarnos o cumplir las normas", menciona. Y nos propone recuperar ese sentimiento de fluir con algo, es decir, estar tan atentos, concentrados y absortos en una tarea que nos apasione (y que así perdamos la noción del espacio o tiempo)". En definitiva, darnos el permiso de disfrutar.
También propone encontrar un propósito vital diario que reduzca significativamente nuestros niveles de malestar y poner un poco de rutina sana en nuestros horarios. Otra opción es cambiar de ambiente, apuntarse a nuevas actividades, descubrir diferentes inquietudes, fortalecer los vínculos familiares o de amistad... De esta forma, la motivación incrementa y la languidez se ve reducida.
Otro paso es analizar en nuestro día a día qué patrones de la pandemia sigo perpetuando y no me están dejando recibir reforzadores en mi vida: "Hay personas que están todavía atadas a costumbres adquiridas durante estos dos años, como pasar mucho tiempo en casa y no socializar".
Por último, recalcar que la languidez no es una enfermedad mental, pero se puede aliviar asistiendo a terapia. "Desde inicio de la pandemia este ha sido en consulta una de las demandas principales. La languidez necesita terapia porque necesita cambios conductuales", concluye.
Fotos | 'Un lugar tranquilo 2'