Rocio Crusset nos recibe en la tienda Brownie de Madrid, firma por la que acaba de fichar para ser la imagen de esta temporada de Otoño-Invierno a sus 21 años. Relajada, con un jersey burdeos, una mini-falda de punto de color gris y unas botas negras (aunque luego se cambiario varias veces para la prensa), lleva poco maquillaje y una melena muy actual. Está terminando de grabar recursos para una conocida cadena de televisión, pero ella se muestra interesada en absolutamente todos los periodistas que estamos allí.
Trendencias es el único medio online de moda al que va a conceder una entrevista en privado y en cuanto termina de posar para la cámara comenzamos a charlar de manera distendida en un sofá de cuero camel. Rocio Crusset es hija de Mariló Montero y Carlos Herrera pero creo que yo seré de los pocos que no centren la entrevista en sus padres.
La primera pregunta es casi obligada, se siente muy identificada con Brownie, una firma muy juvenil con prendas cómodas y fáciles para el día a día, las que Rocío usa normalmente. Los pantalones vaqueros de campana son una de sus piezas preferidas aunque conoce muy bien la colección, me comenta que ya compraba mucho anteriormente de convertirse en la embajadora.
Tras hablar con ella de la colección y la marca estoy deseando adentrarme en la actualidad y charlar con Rocío de Gigi Hadid y su manifiesto publicado en Instagram días antes al recibir muchas críticas llamándola gorda. Crusset apoya totalmente a la modelo californiana y a, como ella dice, sus curvas espectaculares, "Más quisieran más de una tener el cuerpo de Gigi Hadid". Aunque Gigi no es el ídolo de Rocío, ella muere por seguir los pasos de la guapísima Gisele Bundchen, la que para ella es la modelo más top del panorama actual.
"No soy el tipo de modelo que buscan en los desfiles internacionales, ellas son más bien perchas". Se muestra contenta por no ser así y tener su propia silueta aunque reconoce que le encantaría vivir en primera persona un desfile de una gran firma en Milán o París. Cada modelo tiene oportunidades distintas y esto lo sabe muy bien, con su acento andaluz me cuenta que le gusta más la pasarela que la fotografía y todo por la convivencia durante más días con sus compañeras modelos y todo el equipo que hay detrás.
La ironía llega cuando le pregunto por la rivalidad que comentan muchas modelos, entre ellas su compañera Amanda Moreno, una de las españolas más internacionales. Hay muchas chicas guapas y no hay tantas oportunidades para todas pero tiene muy claro que cada una tendrá su espacio en lo que mejor trabaje. Rocío Crusset no acude todavía a eventos porque quiere ir muy despacio y tomando los pasos adecuados aunque me afirma que ahora está empezando a usar más el tacón para llamar la atención allá donde va.
Para acabar, y no ser muy pesado, le pregunto por su nombre y por qué decidió dejar atrás Herrera y Montero y adoptar Crusset si la noticia tardaría poco en salir en los medios. Ella tenía tan claro como yo que se acabaría sabiendo pero prefiere no aprovecharse de esa ventaja, que reconoce que le ha ayudado a hacerse más conocida pero prefiere no usarla como moneda de cambio. Sigue estudiando Dirección y Administración de Empresas y Marketing en la Universidad CEU de Madrid para tener una alternativa si algún día termina su carrera como modelo.
Fotos | Brownie
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