La semana de la moda de Milán nos ha dado momentos épicos, como no podía ser de otra manera. El garaje donde se celebró el desfile de Tommy Hilfiger, los drones convertidos en modelos de bolsos de Dolce & Gabbana y cómo no las cabezas y animales de cera que desfilaron en el maravilloso show de Gucci. Estos últimos han ocupado los timeline de muchas de las cuentas de los apasionados de la moda, pero parece que no a todos le ha causado tanto agrado.
Giorgio Armani ha dado un golpe en la mesa, parece que al italiano no le ha hecho demasiada gracia el "circo" que otras marcas organizan encima de la pasarela. "Uno puede hacer lo que quiera, pero, déjame decirte, si pongo una cabeza en la pasarela, bajo un brazo, corto, estamos al límite y no estoy en este juego, salgo de esto. Ni siquiera querría que mis padres miraran lo que otros han hecho. Si lo que otros hacen es ésto, es mejor que nos quedemos en casa. Cuando veo algunas cabezas cercenadas en la pasarela, salgo".
Parece que los clones de las cabezas de los modelos convertidas en un complemento más por el laboratio Makinarium de Roma no han encantado al diseñador. Pero está claro que ha sido uno de los desfiles más sorprendentes, virales y seguramente esto se traducirá en ventas. No hay nada como hacer ruido de una manera u otra para que la marca esté en el punto más álgido de atención por el público objetivo. Armani prefiere seguir desfilando de la manera más tradicional, sin demasiados alardes de originalidad, pero ¿es esta una decisión acertada?
Fotos | Gtres En Trendencias | Cyborg: la realidad paralela de Alessandro Michele en la colección Gucci Otoño-Invierno 2018/2019
Ver 2 comentarios