Cuántos pasos debo fijar como objetivo en mi pulsera cuantificadora para llevar una vida sana

Cada vez son más las personas que apuestan por apps o pulseras cuantificadoras que miden la evolución a lo largo del día. No hace falta ser un atleta profesional, porque lo cierto es que hay cierta satisfacción y gustirrinín en poder mirar cuántos pasos (y su traducción en calorías) hemos hecho cada día. Especialmente cuando el reloj vibra con el icónico "¡Objetivo alcanzado, 10.000 pasos!". Pero, ¿cuántos pasos hay que fijar realmente como meta para llevar una vida sana?

El mito de los 10.000 pasos

Tenemos noticias para los que se han impuesto los 10.000 pasos por defecto que tanto celebran nuestras pulseras cuantificadoras. Porque resulta que ese número nació de una campaña de marketing japonesa de los años 60, con el objetivo de combatir la obesidad en el país nipón de forma estándar. Uno de esos fun facts que nos descubrió Vitónica hace algún tiempo.

Si esta medida es estandarizada, ¿cuántos pasos debemos poner como objetivo en nuestra pulsera cuantificadora para llevar una vida sana? La directora de la publicación deportiva nos confirma que esta cifra no tiene por qué aplicarse a todas las personas por igual, sino que debe adaptarse al estilo de vida de cada uno.

Variables que tener en cuenta a la hora de fijar tu objetivo en pasos

La cantidad de pasos que deberías dar para que tu lifestyle sea saludable está sujeta a muchísimos condicionantes individuales. Si eres una persona muy activa podrían quedarse cortos, si tienes algún problema al andar o eres una persona mayor podrían resultar excesivos y frustrantes. De hecho, en el caso de la tercera edad este estudio demuestra que no es necesario. Por esa razón, las apps y pulseras cuantificadoras permiten regular este objetivo, celebrando el logro a la medida de cada uno.

También hay que tener en cuenta el tipo de ejercicio que se realiza mientras la pulsera cuenta cada uno de nuestros movimientos. No es lo mismo conseguir 10.000 pasos andando que corriendo o marchando a buen ritmo. En estos dos últimos casos el corazón está más activo y se queman más calorías. Por lo tanto se hace un deporte más intenso y eficaz. Así, pues, la cifra redonda que marca nuestro reloj al final del día no lo dice todo. 

Entonces, ¿qué cifra nos ponemos como meta?

Lo ideal es que hagas un análisis de tu estilo de vida realista. Si vas al gimnasio, si haces deporte, si caminas una hora al día y pasas las 23 horas restantes sentado, si eres sedentario, etc. Nuestra recomendación es apostar por propósitos realistas, que puedas ir incrementando a medida que mejoras sin resultar inalcanzables. De lo contrario, no habrá nada que celebrar, solo será un chasco. 

La idea de ponerse un objetivo de pasos es motivarse para vivir un día a día más activo y en movimiento. De esa forma, podremos mirar nuestros frutos con satisfacción al final del día, como una pequeña palmadita en la espalda digital. 

Así que si 10.000 pasos es algo que haces de pasada, te animamos a elevar tu número a 12.000. Y si estas cinco cifras no han aparecido jamás en tu pantalla, entonces puedes permitirte bajar a 8.000 para un boost de motivación, con la intención de ir alcanzándolo e incrementándolo poco a poco. Eso sí, siempre recordando que, sea cual sea tu estilo de vida, 10.000 pasos nunca estarán de más

Fotos | Unsplash, Fitbit

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