El truco para enfriar la casa en verano que las abuelas llevan cientos de años haciendo y funciona mejor que un ventilador

Clásicos, sencillos y efectivos: métodos para combatir el calor en el interior antes de encender el ventilador o el aire acondicionado

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A la hora de enfriar la casa cuando el calor empieza a molestar, nuestro principal y primer recurso no debería ser encender el aire acondicionado. Este es un momento que, en muchos casos, se puede postergar mejorando el aislamiento de nuestra vivienda para que no retenga tanto calor. Además, para ello, no siempre es necesario meterse en obras ni invertir en materiales, existen trucos de toda la vida que son efectivos y que podemos aplicar y probar antes de meter de por medio la electricidad.

Menos luz solar es más

Para reducir la temperatura, lo primero es limitar la luz  del sol y, por tanto, su poder calorífico. Es tan fácil como bajar las persianas durante las horas de más calor del día y echar los toldos, si tenemos. De hecho, la regulación de la luz para reducir la temperatura es algo que ya usaban las civilizaciones antiguas. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en las casas tradicionales marroquíes. Y es que en los "riads'" las habitaciones se encuentran entorno a un patio y sin ventanas. El resultado son estancias más frescas para pasar el verano.

Corrientes de aire analógicas

Si durante las horas en las que pega el sol hay que cerrar puertas y ventanas a cal y canto, en cuanto cae la tarde o a primera hora de la mañana hay que abrirlas para crear corrientes. Así se crean flujos de aire que se llevan el aire caliente acumulado y permite la entrada de aire fresco. Este truco también es ancestral y lo encontramos en  los captadores de viento iraní, unas altas chimeneas decoradas con aberturas en al menos dos lados. También, en los pozos de luz de los edificios chinos tradicionales del siglo XIV, que permiten la entrada y salida de aire.

Kinga Howard S4aopaj4v0e Unsplash Kinga Howard

Agua fría no solo para beber

Hay diferentes formas en las que podemos introducir el agua en nuestra rutina de enfriamiento del hogar. Complementando el truco de las corrientes, podemos poner un barreño con agua y hielo frente a una ventana abierta (o frente a un ventilador) para que la brisa corra más fresca gracias al agua que se evapora.

Los romanos ya se ayudaban del hielo para este propósito, en las casas más adineradas de climas cálidos se han encontrado pozos en los que almacenaban hielo durante el verano. Después, este se usaba tanto para el consumo como para refrigerar las casas mediante canalizaciones que llevaban el agua que se deshacía.

No obstante, también podemos contribuir a reducir la temperatura dentro de casa fregando con agua helada a primera hora de la mañana o al caer la tarde. Incluso pulverizando con agua las plantas que tengamos en casa.

Ante la duda, las paredes de blanco

Aunque las paredes de un color elegante elevan instantáneamente la decoración de una casa, el blanco será siempre la opción más eficiente, energéticamente hablando. De hecho, pintar las casas de blanco con cal es un solución tradicional para reflejar la luz del sol y reducir el calor en el interior. Si no podemos pintar o si nuestras paredes ya son blancas y queremos añadir otro truco más, también podemos quitar las cortinas de invierno y sustituirlas por visillos o telas blancas que ayuden a reflejar el calor hacia fuera de la vivienda.

Phil 5i0gnottjse Unsplash Phil

Otros trucos caseros para enfriar la casa

No obstante, existen multitud de trucos caseros más modernos que permiten rebajar unos grados la temperatura del interior de la casa o, al menos, proporcionar mayor sensación de frescor:

  • En caso de tener jardín, también puede ser muy efectivo plantar árboles o instalar pérgolas con enredaderas que proporcionen sombra y reduzcan el calor que puede llegar a absorber la vivienda del exterior.
  • Toallas húmedas: colgar toallas húmedas en las ventanas puede ayudar a enfriar el aire que entra en la casa. Sobre todo, en los días que corre brisa.
  • Sábanas de algodón: las sábanas de algodón son más transpirables que las confeccionadas con otros tejidos y pueden ayudarnos a dormir mejor por ello.
  • Andar descalzos sobre pisos fríos: quienes tengan suelos de baldosas o de piedra pueden aprovechar que siempre están frescos para caminar descalzos y rebajar su temperatura corporal.
  • Plantas de interior: algunas plantas, como el aloe vera o el ficus, contribuyen a que el mercurio no se dispare en el interior de la vivienda.
  • Camas con dosel: las personas que tengan una cama con dosel pueden aprovechar la estructura para colgar sábanas húmedas que rebajen la temperatura de la habitación a la hora de conciliar el sueño.
  • Usar colores claros en la decoración: Además de apostar por colores claros en las paredes, podemos usar tejidos apagados para el sofá, la cama o los cojines y elegir puertas y muebles blancos porque ofrece una mayor sensación de frescor.

Foto de portada | Skiathos Greece  en Unsplash

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