María Yuste
Editor SeniorLa grifería del baño y la cocina tiene un enemigo declarado: esos restos de sarro y de cal que, tarde o temprano, siempre aparecen en las juntas. Esto se debe a la acumulación de compuestos como sales metales, carbonato de calcio y magnesio procedentes del agua. Lo peor es que limpiarlo es una de esas tareas que vamos postergando y retrasando porque no suele ser suficiente con la limpieza ordinaria que hacemos de la cocina y los cuartos de baño.
Por suerte, incluso para los casos más complicados de eliminar, existe una fórmula que parece mágica para deshacerse de esta antiestética suciedad que aparece incrustada en la superficie de nuestros grifos. Además, en cuestión de segundos y sin gastar casi dinero porque podemos hacerla en casa.
Solo necesitaremos reunir: 60 mililitros de agua oxigenada, lo mismo de jabón líquido o lavaplatos, 250 mililitros de vinagre y una botella de plástico que no utilicemos.
A continuación, vamos añadiendo cada uno de los ingredientes en la botella o en otro recipiente y mezclamos hasta conseguir un líquido homogéneo. A continuación, lo mejor es trasladar nuestro nuevo producto de limpieza a un envase con pulverizador. Aunque también podemos hacerle un pequeño agujero en el centro de la tapa de la botella.
De cualquiera de las dos formas resulta mucho más fácil aplicar el producto sobre las zonas a limpiar. Ya solo nos queda echar la mezcla sobre las superficies con cal y frotar con una escoba o cepillo de dientes. Por último, hay que dejar actuar la mezcla durante unos 30 minutos y ya tendríamos bien reluciente nuestra grifería.
Foto de portada | Jose Ignacio Garcia
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