Usamos las redes sociales muchas veces de la misma manera: mostramos en un foto de lo que vamos a comer ese día o publicamos el momento en el que entrenamos en el gimnasio. Puede ser postureo en algunos casos. Pero hay en otros casos en los que mostrar los entrenamientos o los platos que comen puede significar mucho más . Sara Ramadan, Aroosha Nekonam o Hayley Harris son algunos ejemplos de que sí, se puede salir de la anorexia. Cuidar tu cuerpo con alimentación sana y deporte, y mostrar los avances en tu cuenta de Instagram puede ser una ayuda en la lucha contra la enfermedad.
Sarah Ramadan encontró su refugio en el fitness y en las competiciones de Bodybuilding. Su cuerpo ha cambiado completamente gracias al entrenamiento y ahora es más fuerte. Las fotos actuales contrastan con la extrema delgadez que sufrió.
Después de tocar fondo a cuenta de la anorexia y terminar ingresada en un hospital, Hailey decidió apoyarse en su cuenta de Instagram para luchar día a día contra la enfermedad. A ella le habían ayudado las historias de superación que leyó cuando estaba en el hospital, así que decidió ser una más en mostrar la esperanza y la fuerza que se necesitan para salir del pozo. Su día a día están llenas de frases de motivación y caprichos gastronómicos.
"Querido cuerpo, siento haberte maltratado". Así hablaba Aroosha Nekoman al castigo que supuso para su cuerpo haberse matado de hambre. Ahora es entrenadora personal de fitness y su vida ha cambiado completamente.
Mostrarse en las redes sociales puede ser una manera de aceptarse a sí mismas, de verse de nuevo atractivas, de recibir el apoyo y el aliento de otras personas que estén en la misma situación. A estas chicas, Instagram les ha ayudado.
Pero ojo, como nos comenta Marta, la trabajadora social de la Asociación contra la anorexia y la bulimia de Bizkaia (AcabeBizkaia), "la anorexia no es una enfermedad que se cure sola, detrás de esas fotos de Instagram de chicas que vemos que se están recuperando seguramente haya un trabajo muy grande detrás. La ayuda de un terapeuta y la recuperación médica son imprescindibles, así como conseguir crear una relación normal con la comida y evitar tener una imagen distorsionada de su silueta".
Todo lo que pueda ayudar a avanzar es positivo: las sesiones en grupo, las sesiones individuales con el terapeuta, los talleres, y en este caso, también Instagram, pero solo si su terapeuta considera que están preparadas para ello. "El sentimiento de pertenencia a un grupo es muy fuerte en chicas tan jóvenes, y las redes sociales crean ese círculo en el que se sienten identificadas", nos comenta Marta.
Comentamos con la terapeuta la posibilidad de que una persona con anorexia pueda trasladar esa obsesión por la comida hacia otros trastornos: la bulimia, la vigorexia o la obsesión por la comida sana. Y sí es posible que suceda, pero entonces significaría que la persona no está recuperada del todo. "Las personas que sufren trastornos alimenticios tienen un excesivo control sobre la comida, ya sea privándose de ella o vigilando las cantidades de lo que comen, así que hasta que no estarán curadas hasta que no tengan una relación normal con la comida".
El ejemplo de estas chicas es muy positivo para todas las personas que se pueden sentir identificadas y que han pasado por algo similar.
Foto | Instagram @Bitingback
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