En el mundo de las dietas milagro ya hay pocas cosas que nos sorprendan, pero las que se basan en el consumo de un único alimento cada vez son más particulares y llamativas. Es el caso de la dieta de la patata que nos promete perder alrededor de dos o tres kilos a la semana gracias a uno de los tubérculos más consumidos en nuestro país.
Cómo se hace la dieta de la patata
La idea detrás de esta dieta es consumir en cada comida entre 200 y 250 gramos de patata. Además de eso, en el desayuno se recomienda tomar una infusión sin azúcar con una rebanada de pan integral con queso magro untado.
En las comidas, además de las patatas, se puede comer una porción de proteínas provenientes o de la carne o del huevo. En la merienda la recomendación es tomar una pieza de fruta o un yogur y para la cena acompañar las patatas con verduras.
Una dieta muy restrictiva, poco saludable y monótona
Una de las primeras cosas que llama la atención de esta dieta es que el número de calorías que consumimos es muy limitado. Según indican nuestros compañeros de Vitónica rondaría las 1.000 calorías. Para muchos de nosotros, dependiendo de nuestras necesidades calóricas, puede ser muy insuficiente y no llegar a aportarnos la energía que necesitamos para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Además de esto, el número de nutrientes también se ve muy limitado. De nuevo, puede ser un problema para la salud provocando que tengamos déficit de algunos nutrientes como la grasa o los hidratos.
A esto se le une que es una dieta aburrida que difícilmente generará adherencia. Si la seguimos estaremos deseando terminarla - no se recomienda hacerla durante más de dos semanas - y es fácil que caigamos en comer todo lo que no hemos podido comer durante esos días. Por supuesto, la dieta tampoco nos enseña a comer de manera saludable, así que en cuanto la dejemos y volvamos a nuestra alimentación habitual, volveremos a ganar cualquier peso perdido.
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