Frances Bean Cobain nació el 18 de agosto de 1992 a las 7:48 de la mañana en el Centro Médico Cedars-Sinaí de Los Ángeles. Llegó al mundo pesando tres kilos y medio y con síndrome de abstinencia por la heroína que su madre, Courtney Love, había consumido durante el embarazo. El cantante de R.E.M. Michael Stipe y la actriz Drew Barrymore fueron nombrados sus padrinos.
Dos años después, a primera hora de la mañana del viernes 8 de abril de 1994, un electricista que trabajaba en casa de los Cobain encontró, junto a una escopeta y un charco de sangre, a Kurt, que llevaba varios días en paradero desconocido tras haberse fugado del centro de rehabilitación en el que había sido forzado a ingresar.
Se determinó el 5 de abril como fecha de la muerte, aunque podría haberse producido 24 horas antes o después. No obstante, lo importante es que 29 años después (más de los que él mismo llegó a vivir) sigue siendo la cara de la escena grunge y underground de los noventa e icono de la generación X.
Famosa antes de nacer
Frances Bean Cobain se llama "Frances" por Frances McKee, vocalista de The Vaselines (la banda favorita de Kurt) y también por Frances Farmer, la actriz de los años 30 a la que admiraba tanto que le dedicó una canción. También Courtney Love, que incluso se casó con un vestido suyo. El "Bean", por otro lado, es una excentricidad que se remonta a cuando Cobain vio por primera vez una ecografía de su hija y pensó que parecía una alubia (“bean” en inglés significa “alubia”).
Sin embargo, ni el miedo que Kurt tenía a que la adicción a las drogas de la pareja le pasara factura a la salud de su primogénita ni que dos días después de su nacimiento el estado reclamara la custodia y solicitara que se declarara a Kurt y Courtney padres no aptos, consiguieron que ninguno de los dos se rehabilitara para darle una infancia normal.
Huerfana a los 20 meses
Frances perdió a su padre con apenas 20 meses de vida y quedó y al cargo de su madre. No obstante, la líder de Hole llegó a perder la custodia de Frances hasta en tres ocasiones mientras esta era menor. Su situación hizo que pasara por más de 27 casas diferentes pero, principalmente, vivió entre la granja de su abuela paterna en Olympia (Washington, EE UU) y el hotel californiano Chateau Marmont, en el que se alojaba con su madre.
Cobain creció con todas las papeletas para convertirse ella también en un alma descarriada, en una estrella del rock o ambas cosas. Sin embargo, y aunque ha reconocido haber librado también su propia batalla contra el alcohol y las drogas, en sus pocas apariciones públicas y entrevistas concedidas con cuentagotas, Frances ha destacado por tener los pies en la tierra.
Alejada del foco mediático y dedicada al arte visual (la pintura y el dibujo son su pasión) y a salvaguardar el legado de su padre (aunque ha confesado que no le gusta la música de Nirvana), Cobain puede decir a sus 30 años que ha cumplido la última voluntad de su famoso padre:
"No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como me he convertido yo (...) su vida será mucho más feliz sin mí”, escribió Kurt en la nota de suicidio que encontraron junto a su cadáver.
98.000 euros al mes
Aunque ha tenido tímidas incursiones en el mundo de la música, lo cierto es que a Frances no le hace falta ganarse la vida. Ha heredado 140 millones de euros de la fortuna que todavía genera el líder de Nirvana, a lo que habría que sumarle los 100.00 dólares al mes (unos 98.000 euros al cambio) que obtiene del control sobre los derechos de imagen.
Siendo así, no es de extrañar que de adolescente rechazara protagonizar la saga Crepúsculo o interpretar a la Alicia de Tim Burton. Sí ha posado para Hedi Slimane y Marc Jacobs, con quien incluso ha acudido a la gala del Met. Fue becaria en la revista Rolling Stone y produjo el documental Kurt Cobain: Montage of Heck con el objetivo de vigilar que no se romantizara (aún más) el mito de su padre.
En lo que respecta a su vida amorosa, Cobain parece haber alcanzado la estabilidad junto al descendiente de otro icono, en esta ocasión del skate, puesto que mantiene una relación sentimental con Riley Hawk, hijo de Tony Hawk. Sin embargo, en el pasado, no siempre pudo decir lo mismo. En 2014 se casó con el músico Isaiah Silva queriendo tener una familia desde muy joven, pero se divorció dos años después. En el divorcio, el cantante consiguió quedarse con la guitarra que Kurt Cobain utilizó durante el icónico MTV Unplagged de 1993.
Aunque no es especialmente activa en redes, Frances tiene Instagram (@thespacewitch), donde comparte algunos momentos de su vida privada y donde puede admirarse el asombroso parecido que guarda con su padre.
Foto de portada | Kurt Cobain: Montage of Heck (HBO Documentary Films)
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