10 iconos de moda, 10 lecciones eternas

Pensando en vosotras, hemos seleccionado a 10 iconos de moda cuyo estilo inspiró en su día, y todavía hoy continúa haciéndolo, a muchas personas: gente anónima y también a grandes diseñadores. Pensándolo bien, todos estos iconos lo que nos han transmitido es un actitud ante la vida porque, ya se sabe, las modas pasan, pero el estilo permanece.

Oscar Wilde solía decir que la moda es una forma de fealdad tan intolerable que nos veíamos obligados a cambiarla cada 6 meses. Resulta curioso que un escritor que pasó a la historia por ser uno de los primeros dandies reconocidos hiciera semejante declaración, pero ya se sabe que Wilde era un iconoclasta a quien le gustaba provocar.

Algunos de estos iconos nos enseñaran cómo combinar una marinière, lucir unas bailarinas o ser una lady de los pies a la cabeza. 10 lecciones de estilo que nos permitirán alcanzar el máximo grado de sofisticación sin perder por ello la sencillez porque, como decía Diana Vreeland, la verdadera elegancia reside en el espíritu, y si la tienes, el resto llega solo.

Coco Chanel

Mlle. Chanel solía decir que para ser irremplazable, hay que ser diferente. La moda no es algo que resida únicamente en las prendas. La moda está en el aire, la mueve el viento, está en la calle, se la presiente.

Coco Chanel fue la primera en crear una LBD, un vestido de jersey en color negro capaz de combinar a un mismo tiempo rigor, armonía y sensualidad, ya que liberaba los movimientos de la mujer sin que perdiera por ello su elegancia. Un vestido apto tanto para ir a trabajar como para asistir a un cóctel. En cuanto las mujeres superaron ese resquemor que hacía que asociasen esta prenda con el luto, empezaron a darse cuenta de todas las ventajas que suponía un comodín de este tipo con un largo hasta las rodillas.

Claro que para alegrarlo un poco los accesorios eran fundamentales. Así que la diseñadora animaba a combinarlos con varios sautoirs de perlas, con grandes broches en forma de estrellas o cometas o, incluso, con sus famosas camelias de color blanco.

Gabrielle Chanel fue también la primera en atreverse a utilizar pantalones masculinos combinados con las marinières a rayas que solían utilizar los marineros bretones. Su ejemplo no tardó en ser secundado porque los fundamentos del estilo de Coco Chanel están basados en el lujo de la comodidad, en la independencia y la libertad de movimientos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Coco Chanel recuperó su actividad lanzando el estilo que a partir de entonces simbolizaría su marca: me estoy refiriendo al famoso tailleur de tweed con cuatro bolsillos, decorado con botones-joya a juego con zapatos bicolor (crema y negro) y el bolso matelassé que se colgaba del hombro con una cadena dorada. Coco Chanel llegó a afirmar que ella no hacía moda, que ella era la moda. Desde luego, no seré yo quien se lo discuta.

Elsa Schiaparelli

La moda es lo que los diseñadores nos ofrecen cuatro veces al año. El estilo es lo que una misma elige

Elsa Schaparelli fue ante todo una artista que se codeaba con los surrealistas y con los dadaístas de la época. Ella solía decir que en época de tiempos revueltos, la moda siempre resulta extravagante. Fue la primera diseñadora que se atrevió a mezclar la visión del arte con la de la haute couture. Su amor por el arte influyó en todas sus creaciones, lo que le permitió romper con los clásicos esquemas que hasta entonces regían el mundo de la moda.

Su ideal de mujer era la imagen de una mujer libre e independiente, pero siempre elegante. Su estilo supuso una auténtica revolución, y ha influenciado a muchos de los grandes diseñadores del mundo de la moda actuales. Un estilo hecho de coherencia, atención por el detalle y excelencia.

El primero en querer rendir homenaje al espíritu de la Schiap fue Christian Lacroix quien, en el 2013, decidió desempolvar sus trastos para realizar una colección compuesta por quince prendas a las que bautizó todas con nombres que empezaban con "S" como "shocking" (pink shocking, su color preferido). El eclecticismo de la Schiap vive en la alta costura (aún sin un diseñador estrella).

Hace dos años, su nieta - la actriz Marisa Berenson -, subastó el guardarropa personal y los recuerdos de su abuela, la gran Elsa Schiaparelli. Una subasta compuesta por 180 lotes que hizo las delicias de los amantes de la cultura y de la moda pues esta diseñadora nacida en Italia iba siempre a la vanguardia creativa de su época.

Marilyn Monroe

"Dale a una chica un buen par de zapatos, y conquistará el mundo". Ese era el grito de guerra de la icónica actriz americana cuya imagen, vestida de blanco con un traje plisado sobre la rejilla de una salida del metro, ha quedado para siempre grabada en nuestra memoria de una manera indeleble. Pues bien este traje fue creado por su diseñador de confianza, William Travilla. Todavía hoy me pregunto cómo consiguió que no se le colaran los tacones en la rejilla. Dice la leyenda, que para evitar que el operario que se había colocado debajo de la rejilla con un ventilador no se alegrase demasiado la vista, la actriz decidió ponerse una culotte, yendo en contra de sus costumbres, pues presumía de no llevar nunca puesta ropa interior.

Otro de los trajes que más se recuerdan fue el traje de lamé dorado que lució en la película "Los hombres las prefieren rubias". Se trata de un fourreau con pronunciado escote en V constituido por un único círculo de lamé dorado plissé soleil cosido directamente sobre el cuerpo de la actriz, lo que le valió a William Travilla el apelativo de "El hombre que vestía a las sex-symbols".

Dale a una chica un buen par de zapatos, y conquistará el mundo

En otra escena de esta misma película, Marilyn Monroe y Jane Russel lucen dos trajes idénticos de color rojo que refulgían como si fuesen rubíes. Cada una de las paillettes rojas con las que habían sido confeccionados había sido cosidas a mano en espiral para que atrapasen mejor la luz.

Pero si hay una escena que todos asociamos con Marilyn es esa en la que aparece un un traje bustier de satén en color rosa a juego con una guantes largos del mismo tono accesorizado con imponentes brazaletes de diamantes de bisutería. Un detalle que casi nadie conoce es que para que Marilyn pudiese agarrarse bien a sus boys mientras bailaba y no se escurriese, Travilla había mandado coserle en la palma de los guantes un muletón de algodón del mismo tono.

En 1960, Marilyn recogió el premio a "La mejor intérprete del año" en los Golden Globes Award luciendo una estola de piel de visón de color blanco también diseñada por Travilla.

En la película "Cómo casarse con un millonario" la vimos luciendo un traje bustier en satén de color púrpura cuyo escote llevaba un tirante cruzado en diagonal del que colgaba una cola de quita y pon para que no aplastase el pecho. El tándem formado por Monroe y Travilla continuó funcionando hasta en 8 películas.

Audrey Hepburn

"La elegancia es la única belleza que no se aja nunca. La belleza de una mujer no reside en los trajes que lleva, ni en su maquillaje, ni en la manera en la que se arregla el pelo. La verdadera belleza es un reflejo del alma".

Así, por lo menos, opinaba esta actriz quien - a pesar de ir contracorriente en lo relacionado con los cánones estéticos imperantes en su época - se convirtió en un icono de moda que sigue hoy inspirando a todas los fashionistas del mundo. A ella debemos el nacimiento de un nuevo estilo gracias al cual la LBD de Givenchy con el recorte en demi lune en la parte posterior y los sautoirs de perlas adquirieron un toque de genialidad.

En 1951, la escritora Colette cayó rendida ante su encanto y le ofreció el papel principal de "Gigi", su nueva obra teatral. Aunque la obra no tuvo demasiado éxito, Billy Wyler se fijó en ella para que protagonizara la película "Vacaciones en Roma" donde el vestuario elegido por Edith Head hizo correr ríos de tinta. A partir de entonces, todos los ojos se volvieron hacia esta frágil mujer llena de carisma, que parecía estar a cien mil kilómetros de distancia de la exuberante Marilyn Monroe.

Fue precisamente después del rodaje de "Sabrina", y del vestuario diseñado por ella por Hubert de Givenchy, cuando pasó a convertirse en un icono de moda. El diseñador reconoció que Audrey sabía perfectamente qué cualidades debía resaltar. Conocía perfectamente su físico, sus defectos y sabía sacar partido de sus peculiaridades (su cuerpo alto y delgado, su pecho plano y su cuello largo). Givenchy comentó en más de una ocasión que su único mérito fue saber adaptarse a los deseos de la actriz, resaltando sus características, y procurando no ocultarlas (como hacia Edith Head).

La alquimia existente entre Givenchy y Audrey dio lugar al nacimiento de una nueva imagen de la elegancia, que todavía es apta hoy. Da igual que se pusiese un traje de chaqueta ceñido, un traje corola, o unos pantalones pitillos y un jersey de cuello vuelto pegados al cuerpo, su estilo encarna la quintaesencia de la gracia. Audrey no se dejaba guiar por la moda, sino que construyó su propio estilo. En numerosas ocasiones apareció en la portada de la revista Vogue y Harper's Bazaar. Nunca antes una actriz había logrado suscitar tanta admiración en el mundillo de la moda. Todavía hoy continúa influyendo en los diseñadores que opinan de ella que es un auténtico icono de moda absolutamente atemporal.

Brigitte Bardot

Normalmente asociamos las bailarinas con la glamourosa y muy chic imagen de una estilizada Audrey Hepburn, luciéndolas en la película "Sabrina" a juego con un pantalón negro pitillo y un jersey del mismo tono. Se trataba del modelo "Capri" firmado por Salvatore Ferragamo. Sin embargo, fue una jovencísima Brigitte Bardot - quien acababa de hacer sus primeros pinitos como actriz, después de haber sido bailarina profesional, la primera en encargarle a Rose Repetto un zapato que le permitiese dotar de elegancia a su porte al caminar en 1956.

Rose Repetto creó para ella las famosas bailarinas “Cendrillon” (Cenicienta), que la actriz se puso durante el rodaje de la película "Y Dios creó a la mujer" dirigida por Roger Vadim, y que no tardaron en convertirse en un objeto cult reinterpretado, más adelante, por muchos otros diseñadores como Coco Chanel, Giuseppe Zanotti, Lanvin, Fendi, Jimmy Choo, Chloé e incluso Christian Louboutin.

Otra prenda que puso de moda fueron los vestidos de estilo New Look con falda amplia abullonada gracias a unas enaguas de tul. El 18 de junio de 1959, Brigitte Bardot se casaba con Jacques Charrier vestida con un trajecito confeccionado en una tela que solía emplearse para fabricar las cortinas y los trapos de las cocinas.

BB siempre ha sido muy guerrera y, para desafiar a los convencionalismos imperantes en la época, confió en su buen amigo, el diseñador Jacques Esterel quien, animado por la actriz, decidió dar al traste con la tradición de los velos y los vestidos de novia de satén de color blanco, decantándose por una tela muy barata. Cuando BB apareció con este traje confeccionado en Vichy rosa en la portada de la revista Jours de France el 27 de junio, sedujo de inmediato a toda una generación.

Françoise Hardy

Quizá este nombre no os suene mucho, pero si os digo que gracias al buen hacer del fotógrafo Jean-Marie Périer y a la canción "Tous les garçons et les filles de mon âge" - unas de las canciones francesas más conocidas del mundo y más reinterpretadas de todos los tiempos -, Françoise Madeleine Hardy se convirtió allá por 1963 no sólo en el nuevo ídolo de la canción sino también en la mejor embajadora de la moda yeye, de las mini faldas, las botas blancas, y del flequillo. Una imagen que fue evolucionando gracias a la influencia de Périer y de diseñadores de la talla de André Courrèges, Yves Saint Laurent, y Paco Rabanne, quienes la eligieron como embajadora de sus marcas, y de Marc Bohan de Dior que realizó para ella un vestido a partir de los diseños de la artista Sonia Delaunay.

Sus apariciones en público durante su gira francesa en el año 1965 luciendo creaciones de Courrèges, su actuación en el Savoy de Londres al año siguiente ataviada con el famoso smoking diseñado por Yves Saint Laurent o su inolvidable actuación en abril del 68 resplandeciendo dentro de un traje mini metálico que Paco Rabanne había diseñado exclusivamente para ella causaron auténtica sensación. Tanto que Rabanne decidió continuar diseñando para ella, haciendo que exhibiese el traje mini más caro del mundo hecho de plaquetas de oro incrustadas con diamantes durante la inauguración de la Exposición Internacional de Diamantes que tuvo lugar en el famoso mayo del 68 (coincidiendo con la revolución estudiantil en Francia).

Grace Kelly

Cuando oigo hablar de Kelly lo primero que se me viene a la mente es ese bolso de Hermès que la princesa Gracia de Mónaco se colocó estratégicamente para disimular un embarazo que todavía no había sido confirmado oficialmente. Una foto publicada por primera vez en la revista Life, que dio la vuelta al mundo apareciendo reproducida en numerosas revistas, y que tuvo un enorme impacto.

Lo segundo sus turbantes (no sé por qué) y lo siguiente su maravilloso traje de novia de encaje. Uno de los más elegantes y más recordados de todos los tiempos, y que sigue inspirando a muchas novias a la hora de elegir su traje de boda. El traje fue diseñado por Helen Rose, responsable de vestuario de la Metro Golden Meyer, y merecedora en dos ocasiones de un Oscar. Como en 1957, la mayoría de las fotos eran en blanco y negro, un dato que muchos desconocen es que este vestido de encaje era de un suave color rosa.

Corría el año 1966 cuando Rodolfo Gucci recibió la visita de Gracia de Mónaco, en compañía del príncipe Rainiero, a su boutique de Milán. En aquella ocasión, la princesa adquirió un bolso modelo Bamboo de color verde, y Rodolfo Gucci quiso agradecerle el gesto haciéndole un regalo.

La princesa Gracia comentó que le gustaría un foulard. El empresario, nervioso y emocionado, consideró que la colección de carrés de Gucci de ese año no tenía nada suficientemente especial como para poder agasajar a semejante cliente. Así pues, decidió contactar con el famoso ilustrador Vittorio Accornero, encargándole que diseñase el más bonito y florido pañuelo que cupiese imaginar.

Después de trabajar toda la noche en el diseño, Accornero se presentó a la mañana siguiente con un estampado compuesto por cuarenta y tres variedades de flores multicolores, al que bautizó con el nombre de Flora. Frida Giannini recuperó el estampado de este mítico pañuelo, y lo convirtió en el protagonista indiscutible de toda una colección, pidiéndole también a la nieta de la princesa Grace, Carlota Casiraghi, que protagonizase su campaña publicitaria.

Mary Quant

Para Mary Quant, la mujer que va a la moda luce una prenda, no es el modelito el que la lleva a ella. Abanderada indiscutible del Swinging London, la visionaria diseñadora que creó la minifalda acaba de cumplir 80 años. Aunque reconoce sentir una cierta nostalgia por toda aquella efervescencia e innovación que se vivía en el Londres de los años 60, confiesa sentirse entusiamada por la moda actual, que presta especial atención a las piernas y a la condición femenina.

Esta mujer revolucionó la moda femenina al popularizar la mini falda, las medias de colores que vendía en una boutique del barrio de Chelsea. Una tienda de ropa y de accesorios que tenía un restaurante encima que era el punto de encuentro de jóvenes artistas y músicos.

Mary Quant diseñaba trajes y faldas cortos, de lineas simples y en colores vivos, y se divertían enseñándolos en escaparates con una puesta en escena de lo más extravagante. Animada por el éxito, la diseñadora abrió una segunda tienda en colaboración con una cadena americana de grandes almacenes, lanzado una línea low cost a la que llamó The Ginger Group.

Enamorada de las formas geométricas, del Op Art, de los contrastes de colores y de los juegos con diferentes materias como el PVC, Mary Quant creó una moda de lo más lúdica y desprovista del clásico snobismo inglés. Una moda que casaba a la maravilla con el pop, con los cafés y con los clubes de jazz.

El estilo y la personalidad de Mary Quant con su famoso flequillo creado por Vidal Sassoon han contribuido a hacer de ella la diseñadora de moda más famosa de Inglaterra durante los años 60. Además, su carácter intrépido proporcionaba grandes titulares al hablar de forma provocativa de la sexualidad.

Lauren Hutton

"La moda es lo que los diseñadores nos ofrecen cuatro veces al año. El estilo es lo que una misma elige, el que mejor le va". Este es el mantra de un icono de estilo en el que todas deberíamos inspirarnos. Durante la década de los 70, Lauren representaba la perfección. Le bastaba ponerse un short en denim y una camiseta para brillar con luz propia.

Esta modelo reconvertida en actriz (ha trabajado con Robert Redford, Gérard Depardieu o Richard Gere) fue 27 veces portada de la revista Vogue durante aquella década. Todavía hoy nos demuestra, un día sí y otro también, que la moda no está reservada sólo para las jóvenes modelos, sino para todo el mundo.

Su talante es una auténtica lección de estilo que nos enseña a adaptarnos a las últimas tendencias. Ahora que acaba de cumplir 71 años, la revistas dicen de ella que forma parte de esas mujeres que invitan a envejecer.

Fotos | Gucci, J. Crew, Mary Quant, Grace Kelly, Françoise Hardy, Repetto, William Travilla, Audrey Hepburn, Elsa Schiaparelli, Coco Chanel
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