Este 2016 ya lo estrenamos practicando ejercicio antes de que comenzara para que no se nos acumularan los propósitos de año nuevo, aun así es inevitable encontrarnos casi en la mitad de enero con muy buenas intenciones y toda la pereza acumulada de las pasadas fiestas. ¿Qué podemos hacer? Ante todo calma, agobiarnos no hace más que convertir nuestras metas en pesadillas. Desde la psicología nos dan cuatro recomendaciones, basadas en estudios, para que este año (sí que sí) nuestros objetivos se conviertan en realidad.
1. Formula tus propósitos como preguntas
Seguro que tienes muchas ideas sobre la mesa y la mayoría comienzan por “Este año tengo que…”, “voy a… “, “haré tal cosa o tal otra…” etc. Un meta análisis realizado por la Universidad de California, que recopila 51 trabajos, indica que si formulamos estos deseos como preguntas es más probable que tengamos éxito en nuestros cambios de conducta.
Por ejemplo, si en lugar de decirnos: “Voy a dejar de fumar”, nos preguntamos, ¿quiero dejar de fumar? y respondemos sí, nuestro compromiso será mayor. Además es una buena forma de observar cómo nos sentimos, a veces nos marcamos deberes que no se corresponden con lo que de verdad anhelamos y es imprescindible partir de una motivación real, propia y auténtica para llegar a buen puerto.
2. Usa el calendario a tu favor
Aunque lo confirma una investigación seguro que ya lo has comprobado más de una vez por ti misma, conforme se va acercando el final de la semana la voluntad va disminuyendo y cuando llega el viernes las posibilidades de poner un plan en marcha han quedado reducidas a cero. Si quieres tener éxito, utiliza los primeros días del mes, los lunes y los festivos como trampolines para el primer empujón, en ellos tenemos más propensión a ser consecuentes con nuestras decisiones.
3. Busca a alguien que te acompañe
Puede ser tu pareja, una amiga, un familiar… Lo importante es que adquiráis un compromiso en común y que os lo toméis en serio. Son varios los estudios que respaldan la idea de que con apoyo social es más probable lograr hacer dieta, asistir al gimnasio o cumplir con un programa de estudio.
Las redes sociales también te pueden servir de ayuda y si no encuentras cómplice para lo tuyo siempre tienes la opción de echar mano de alguna de las apps disponibles para hacernos el cambio de vida más fácil.
4. Concédete un margen en tus objetivos
Marcarnos metas demasiado rígidas puede ser contraproducente. Está muy bien tener claro hacia dónde queremos llegar, pero según un estudio de la Universidad de Pensilvania darnos un poco de margen contribuye a que percibamos nuestros retos como más accesibles.
Si en lugar de proponernos hacer ejercicio 5 veces a la semana, nos damos un margen de entre 3 y 5 sesiones, tendremos una mayor sensación de logro, algo muy positivo para garantizar la continuidad y la constancia en cada nuevo objetivo.
Visto así ya no parece tan difícil, ¿verdad? Ahora solo falta escoger (mediante preguntas) qué es aquello que de verdad deseamos cambiar, mejorar, eliminar o probar y ponernos manos a la obra. No será porque no hemos dado ideas:
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