¿Sabéis qué es el #lunesTetas? Se trata de una iniciativa llevada a cabo en twitter en la que se agruparán bajo este hashtag diferentes artículos relacionados con los pechos, tratándolos desde distintas ramas de la ciencia. Es buena idea echarle un vistazo, ya que encontraréis posts que pueden resolver dudas como el de Juan Revenga en el blog El nutricionista de la general, donde nos habla de si es cierto o no que comer nueces puede aumentar el busto.
Yo también pongo mi granito de arena, así que hoy hablaremos de si se puede aumentar el tamaño de pecho a través del ejercicio físico. ¿Habrá que cambiar de talla de sujetador por hacer muchas flexiones? Te lo contamos a continuación.
El ejercicio no aumenta el pecho, pero...
Antes de nada habría que echar un vistazo a la anatomía del pecho femenino: las mamas están constituidas en un 90% por tejido adiposo o grasa, además de los conductos galactóforos y las glándulas mamarias. Cada mama está sujeta en su parte baja al músculo pectoral que se encuentra debajo mediante una fascia y mediante los ligaentos de Cooper, y en su parte alta recibe soporte gracias a la piel.
Si bien no es posible aumentar el tamaño de las mamas mediante ejercicios físicos específicos, ya que el músculo se encuentra efectivamente debajo de ellas, sí podemos mejorar su soporte, lo cual puede llevar a cambiar ligeramente su forma. Lo que haremos en este caso será mejorar el tono muscular de los músculos pectorales, lo cual puede dar una impresión de un pecho con más volumen.
Ejercicios para mejorar el tono del pectoral
Entonces, ¿qué ejercicios podemos hacer que nos ayuden a mejorar visualmente nuestro pecho? Básicamente todos aquellos que tengan como objetivo esta parte del tren superior, siendo el más básico las flexiones para pectoral.
Además de ser un ejercicio efectivo para mejorar el tono muscular de los pectorales, es sencillo y tiene muchas progresiones, para que podamos hacerlo sea cual sea nuestro nivel de fitness. Nos colocamos tumbadas boca abajo, con las manos apoyadas en el suelo debajo de los hombros o un poco más separadas. Podemos apoyarnos sobre la punta de los pies o, si eres principiante, sobre las rodillas. Desde esa posición, empujamos el suelo con nuestras menos, de modo que nuestro cuerpo se eleva hacia arriba, y bajamos lentamente.
Si todavía no podemos realizar las flexiones en el suelo, podemos hacerlas de pie y apoyadas en una pared: cuanto más lejos estén tus pies de la pared, más difícil será el ejercicio. Si ya somos unas maestras de las flexiones y lo que queremos es añadir dificultad al ejercicio. podemos colocar los pies sobre un banco o sobre un fitball: más intensidad, más trabajo.
Aunque sólo sea un efecto visual, merece la pena tener bien tonificada la zona del pectoral: ¡el bikini y los escote os lo agradecerán este verano!
Imagen | Victoria's Secret
Vídeo | Women's workout channel