Prestar atención a la salud de la piel es importantísimo para las personas que luchan contra el cáncer. Un paciente oncológico necesita descansar bien y estar lo más cómodo posible y para ello la piel debe estar calmada. Pero también por el boost de autoestima que recibimos al auto-mimarnos y que ayuda a mantener el positivismo durante el tiempo que dure el tratamiento. Sin complicaciones y siguiendo las pautas de los expertos: así es la rutina de tres pasos que recomiendan.
Desde la Fundación Stanpa nos dieron la oportunidad de hablar con dos profesionales de la cosmética y la oncología, a las que pudimos preguntar todas nuestras dudas sobre el cuidado de las pieles durante tratamientos contra el cáncer, que se ven muy dañadas por quimioterapia, radioterapia, terapias dirigidas o inmunoterapias.
¿Cuáles son los problemas dérmicos más comunes de los tratamientos oncológicos?
Los pacientes oncológicos pueden presentar diversos trastornos de la piel según el tratamiento que reciban. Así nos lo explica la doctora Marga Majem, oncóloga del Hospital de la Santa Creu I Sant Pau en Barcelona, que diferencia cuatro reacciones de la piel muy comunes a cada tipo de terapia.
"Los que reciben radioterapia pueden presentar quemaduras en la zona radiada, los que usan terapias dirigidas suelen tener acné en la zona del rostro y escote. La quimioterapia tiene muchos efectos secundarios, desde el síndrome mano-pie hasta granitos, descamaciones o eritemas." - Doctora Majem, oncóloga del Hospital de la Santa Creu I Sant Pau en Barcelona.
Por eso es importante abordar cada una de estas condiciones de la piel con un profesional especializado en cosmética oncológica, que ayude a combatirlos con tratamientos específicos. Sin embargo, el cuidado general del estado de la piel debe cumplir tres pasos esenciales, algo en lo que están de acuerdo las dos expertas consultadas.
Rutina diaria de tres pasos: lo básico y fundamental
Más allá de las particularidades que puedan surgir en función del tratamiento, hay tres pasos que pueden hacer estos pacientes para mejorar el estado de la piel y paliar (e incluso prevenir) ciertos efectos secundarios. Judith Mata, Directora Ejecutiva de la Fundación Ricardo Fisas-Natura Bissé, recomienda comenzarlos un par de semanas antes "para que la piel llegue lo más preparada posible a este tratamiento."
Paso 1: la limpieza correcta de la piel
"Que la piel esté limpia es importantísimo, porque la idea es que esté lo más saludable posible." Así hace énfasis Judith Mata en la limpieza corporal, con jabones neutros que protejan el pH natural de la piel y la mimen en un momento de la vida donde la sensibilidad es muy alta.
- Gel de ducha para pieles sensibles con protección Atoderm de Bioderma, 9,50 euros.
Bioderma Atoderm Gel ducha, 1L
- Jabón corporal dermolimpiador de baño y ducha Xeralaude de Cumlaude Lab, 15,40 euros.
Jabón corporal dermolimpiador de baño y ducha Xeralaude de Cumlaude Lab
- Gel de ducha suave para pieles sensibles de Avène, 15,80 euros.
Gel de ducha suave para pieles sensibles de Avène
- Gel de ducha suave para piel seca y sensible pH5 de Eucerin, 12,15 euros.
Gel de ducha suave para piel seca y sensible pH5 de Eucerin
Paso 2: una hidratación en profundidad
La doctora oncóloga Marga Majem recuerda que hablamos de terapias que producen sequedad y descamación. Por eso es fundamental una correcta hidratación de la piel desde el comienzo del tratamiento. "Por la mañana y por la noche" puntualiza Judith Mata, para que no falte nunca.
"Cumplir este paso es una forma importante de prevenir y reducir alteraciones cutáneas más incómodas, como el prurito." Doctora Marga Majem.
Cuando hablamos de hidratar en profundidad no podemos olvidar zonas que se alteran con más facilidad. Judith Mata recomienda prestar especial atención a "la zona facial, manos y los pliegues de la piel, como bajo el pecho, donde se puede acumular humedad y dar lugar a erupciones y sequedad."
- Ungüento Aquaphor reparador de Eucerin, 23,59 euros.
Curación Ungüento, protector de la piel 14 oz (396 g) - Aquaphor
- Bálsamo nutritivo y calmante para piel seca, irritada y sensible Atoderm de Bioderma, 23,05 euros.
Bálsamo nutritivo y calmante para piel seca, irritada y sensible Atoderm de Bioderma
- Crema SkinFood de Weleda, 10,10 euros.
Crema SkinFood de Weleda
- Bálsamo calmante anti-prurito corporal Xémose de Uriage, 28,50 euros.
Bálsamo calmante anti-prurito corporal Xémose de Uriage
Paso 3: la protección solar en verano y en invierno
De los tres pasos mencionados, este último es en el que ambas expertas hacen más hincapié. Y es que es fundamental para proteger una piel muy debilitada por los tratamientos, incluso en invierno cuando muchos pacientes lo olvidan. Esto incluye también zonas que solemos olvidar como el cuero cabelludo, las orejas, los empeines de los pies y, por supuesto, las zonas radiadas.
"La prevención de la exposición solar es importante en invierno y en verano. Hay que contar con protección física, pero también con una buena crema que haga una pantalla y proteja a esta piel más sensible por los tratamientos." -Oncóloga Marga Majem.
- Protector solar facial para pieles frágiles 50+ de A-Derma, 20,25 euros.
Protector solar facial para pieles frágiles 50+ de A-Derma
- Loción corporal para pieles sensibles y reactivas al sol Anthelios XL de La Roche-Posay, 16,85 euros.
ANTHELIOS XL SPF50+ LAIT VELOUTE 100ML
- Spray corporal para piel sensible 50+ de Avène, 38,46 euros.
Avène - Spray solar SPF 50+, solución de 200 ml
- Aceite protector para el cuerpo y el cuero cabelludo de Institu Esthederm, 48,95 euros.
Aceite protector para el cuerpo y el cuero cabelludo de Institu Esthederm
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