Puede que en este momento, después de leer el titular, estés levantando la ceja de forma incrédula y pensando ¿Comer sano en Navidad? Ni soñando… pero sí, es posible y hoy vamos a explicar cómo.
Vaya por delante que no se trata de ponerse precisamente a hacer dieta ahora para adelgazar, ni de sufrir restricciones severas o experimentos varios, poniendo en peligro nuestra salud. Para comer sano en estas fechas solo será necesario encontrar un punto de equilibrio para disfrutar al máximo de cada comida, sin perjudicar nuestro cuerpo.
Sé la mejor anfitriona
Si te ha tocado preparar el convite lo tienes mucho más fácil para que sea saludable y que además todo el mundo quede contento.
Cuida todos los detalles para que la comida sea un placer para los sentidos, una mesa bonita y decorada, velas aromáticas, música agradable, buena temperatura, todo eso también cuenta, al igual que la buena calidad de los ingredientes o presentar los platos de forma atractiva.
Para aligerar el menú empiézalo con una crema, una sopa o una ensalada y ten presente que la fruta y la verdura no pueden faltar en la mesa.
A continuación tienes algunas recetas de nuestros compañeros de Directo al Paladar, para que te sirvan de inspiración o prepararlas tal cual. Exquisitas, originales y muy sanas, seguro que harán las delicias de todos:
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Entrantes y aperitivos:
- Dip de queso azul y nueces
- Caviar o dip de berenjena
- Brochetas de rape y tomatitos
- Ensalada templada de lentejas al cilantro con langostinos
- Crema de guisantes con quenelle de brandada de bacalao
- Ensalada crujiente de lombarda, con persimón y granada
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Principales:
- Merluza al horno con patatas panadera
- Fabes verdinas guisadas con almejas y gambas
- Caponata leccese
- Kokotxas de rape rebozadas en salsa verde
Trucos para cuando estás invitada
Aunque un día te toque cocinar, lo normal en estas fechas es que también tengas que asistir de invitada a una o varias comidas. Aquí no puedes planificar lo que te sirven, pero si puedes tener en cuenta algunos puntos para comer bien, sin empacharte.
Probar un poco de todo lo que más te apetezca, saboreando cada bocado, no solo ayuda a no pasarte y saciarte antes, sino que también resulta mucho más agradable. Para asegurarte de que sigues un buen ritmo, deja descansar el tenedor mientras masticas y aprovecha para disfrutar también de las conversaciones y el momento de reunión que supone la comida de Navidad.
Algunos manjares, como el marisco cocido, son muy ligeros y otros como el pan, pueden ser más prescindibles si nos encontramos con un menú contundente. Tenlo en cuenta a la hora de escoger.
El alcohol está presente en casi todas las mesas (por no decir en todas) pero será más fácil evitar su exceso si tenemos a mano una jarra de agua, para ir intercalando con las copas de vino o cava.
Por último, ya que la mayoría de comensales seguramente aportarán más dulces y licores a la fiesta, lleva una piña para el postre o una cajita de infusiones originales (con canela, cardamomo, jazmín…) para tomar después de comer. Muchos te lo agradecerán.
¿Preparada para las Navidades?
Fotos | Veronica - Ilaria |
Pete | The Blonde Salad
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