El misterio en torno a la identidad de Banksy suele jugar a favor del grafitero británico. Sin embargo, el artista podría tener que renunciar a vivir en el anonimato si no quiere perder los derechos de propiedad intelectual de sus obras. De hecho, ya habría perdido la de dos de las más emblemáticas: Girl with Umbrella y Radar Rat.
Según han informado medios británicos, el tribunal de la Oficina de la Propiedad intelectual de la Unión Europea le ha quitado a la marca registrada de estas dos obras al no poder ser identificado como el dueño indiscutible de las mismas debido al anonimato al que el artista urbano se niega a renunciar.
Tal y como ha apuntado el tribunal en la sentencia, Banksy no puede proteger estas obras bajo las leyes de derechos de autor sin identificarse. Algo que consideran que hace " de mala fe" debido a que se ha "apartado de los principios aceptados de comportamientos éticos o prácticas comerciales honestas".
Y es que la audiencia no ve con buenos ojos que el propio grafitero "permitiera difundir su trabajo e incluso proporcionara versiones de alta resolución del mismo en su sitio web, invitando al público a descargarlo y producir sus propios ítems". Aunque, eso sí, también reconocen que, al mismo tiempo, identificarse dinamitaría la personalidad secreta que alimenta en gran parte su fama.
La empresa de tarjetas de felicitación Full Colour Black, que utiliza las obras del artista en sus productos, fue la que pidió que se cancelaran las marcas comerciales que Banksy había reclamado en las dos piezas. Sumándose, de este modo, a otras obras sobre las cuales ya había perdido los derechos anteriormente: Flower Thrower, Laugh Now But One Day We'll Be In Charge y Bomb Hugger.
Es decir, que la afrenta que ha llevado al inglés a intentar conservar los derechos de su obra después de decir que "los derechos de autor son para los perdedores" estaría motivado a proteger su legado de la explotación comercial por parte de empresas. Algo que es parte de su ADN, ya que Banksy utiliza sus grafitis para denunciar problemas sociales, jugando con introducir elementos oscuros dentro de escenas alegres.
Fotos | Full Colour Black y Unsplash
